Logo Manises departamento de salud
Preguntas Frecuentes
RSC
Contacta con el Hospital

Habla con nosotros

¿Quieres que el Hospital sea tu centro?

Categorías
Especialidad>Oncología de Alta resolución

Evitar la deshidratación, clave para los pacientes en tratamiento oncológico durante el verano

El Hospital de Manises organiza mañana un encuentro con especialistas donde se darán a conocer las principales pautas nutricionales para pacientes con cáncer, especialmente en los meses más calurosos. El café en pacientes con mucositis y el alcohol se desaconsejan, mientras que es necesario consumir líquidos en pequeñas cantidades y con frecuencia. El té destaca por sus propiedades antioxidantes. Frutas, como la sandía o el melón, muy habituales en los meses de verano, también son muy beneficiosas para mejorar la hidratación de los pacientes.

En verano la deshidratación es uno de los principales peligros para aquellas personas que se están sometiendo a un tratamiento oncológico. “Uno de los efectos secundarios de la quimioterapia es que reseca la piel y las mucosas, sensación que se agrava con el calor, por lo que hay que evitar todas aquellas sustancias que potencien la deshidratación”, explica Marc Garcia Bertrán, dietista-nutricionista del Hospital de Manises.

Por ello, los especialistas desaconsejan el alcohol y el café, este último, porque afecta al estómago y debe evitarse en personas con situaciones que causen irritaciones digestivas como la mucositis o la diarrea. Otro consejo para evitar la deshidratación por calor es consumir líquidos en pequeñas cantidades y con frecuencia. “Es mejor consumir líquido de manera constante y a pequeños sorbos para que la absorción sea óptima y no genere rechazo”, recomienda Marc García Bertrán. Bebidas refrescantes con propiedades antioxidantes como el té también son recomendables.

Sandía y melón, refrescantes e hidratantes

Llevar una alimentación rica en frutas y verduras, hortalizas, cereales integrales, frutos secos, semillas y legumbres, incluyendo carne de ave, huevo y pescado como fuentes de proteína animal son recomendaciones dietéticas generales para cualquier tipo de paciente oncológico. Incorporar también frutas y verduras de temporada también puede ser un aliado clave para este tipo de pacientes.

La sandía, el melón y las ciruelas hacen acto de presencia durante las fechas estivales como frutas altamente hidratantes. “Además, la sandía es rica en licopeno, una sustancia fitoquímica que protege frente al cáncer, las ciruelas son ricas en polifenoles que también tiene efecto protector y el melón es rico en vitamina A” explica el nutricionista. Otras frutas a destacar son el níspero y el albaricoque, ambas repletas de elementos antioxidantes, como por ejemplo carotenoides.

La alimentación, factor preventivo

La calidad de vida de un paciente puede mejorar considerablemente si sigue unas pautas adecuadas en su dieta. De esta forma, una correcta alimentación siempre ayuda a prevenir, o en su defecto a mejorar, las deficiencias nutricionales. Además contribuye a preservar la masa muscular y peso corporal, por lo que el paciente se sentirá más sano.

Por tanto, la alimentación es un aspecto capital incorporado al tratamiento del cáncer, que no solo alarga la supervivencia a largo plazo, sino que también logra suavizar los efectos secundarios del tratamiento oncológico, como puedan ser la mucositis, la diarrea, el estreñimiento, náuseas o la misma pérdida de apetito.

Todos estos consejos y pautas nutricionales serán abordados en la última de las charlas organizadas por el Hospital de Manises en el ciclo de conferencias de la Agenda Neo para pacientes oncológicos. Un conjunto de actividades enfocadas a pacientes y familiares que están siguiendo un tratamiento de este tipo. La conferencia es de libre acceso y será impartida en el Salón de Actos del Hospital de Manises por el nutricionista Marc García Bertrán el martes a las 10 horas.

Categorías
Especialidad>Casa de partos

Manises implanta la cesárea humanizada también en las intervenciones de urgencia

El hospital, que ya permitía la entrada de acompañante en las cesáreas programadas, amplía la medida y establece un completo protocolo para humanizar este proceso hasta los niveles del parto vaginal. Se potencia el vínculo madre e hijo mediante la técnica ‘piel con piel’ tras el nacimiento. El niño está encima de su madre incluso durante las revisiones y profilaxis por parte del pediatra. En el mismo quirófano, si la madre lo desea, se promueve la lactancia materna. Además del acompañamiento que la madre desee se crea un entorno de intimidad en el quirófano: los padres pueden elegir musicoterapia y se limita la presencia del personal al necesario. El equipo asistencial también ha recibido formación específica.

Aunque una cesárea sea una intervención quirúrgica, no deja de ser un momento único entre madre e hijo. Por eso, potenciar la humanización de este proceso es posible para que se asemeje a las sensaciones que la mujer experimenta en un parto vaginal. Por ello el Hospital de Manises ha ampliado su protocolo de cesárea humanizada para potenciar este tipo de atención a todas las madres.

El centro hospitalario ya permitía la entrada de acompañante en las intervenciones programadas y este mes de junio ha ampliado la medida para las de urgencia, además de establecer un completo protocolo para humanizar este proceso hasta los niveles del parto vaginal. “Los padres sienten que forman parte de ese momento tan especial que es el nacimiento de su hijo. Ellos quieren estar en ese primer momento como lo está la madre y recibir con ella a su hijo, olerlo y tener el primer tacto o darle el primer beso. Quieren sentirse involucrados, estar con su mujer, darles la mano”, asegura Esther García, supervisora de matronas. Y es que, tal y como explica el doctor Fernando Gil, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia. “Hemos comprobado el enorme efecto positivo que tiene que la madre esté acompañada durante la intervención, ya que reduce su nivel de estrés y es un apoyo emocional esencial”.

De hecho, las experiencias de los padres con la implatación de esta nueva medida están siendo muy positivas. “Un padre que vivía su segunda cesárea y que en este caso gracias al protocolo de cesárea humanizada sí que pudo entrar, nos dijo que creía que gracias a esta experiencia sentía que iba a vivir la paternidad de una manera distinta y que pensaba que eso no se lo debería perder ningún padre. Pensaba que ese momento tan especial le había hecho sentir que eran realmente una familia”, cuenta Esther García.

Entorno cálido e íntimo

Así, además del acompañamiento que la madre desee, se crea un entorno de intimidad en el quirófano: la madre y su acompañante pueden elegir musicoterapia y se limita la presencia del personal en el quirófano al necesario.

El equipo asistencial (matronas, ginecólogos, pediatras y anestesistas) ha recibido formación específica para potenciar la humanización en el proceso. De hecho, el papel de la matrona sigue siendo muy visible en este tipo de intervenciones, para apoyar y ayudar a la madre en todo este proceso. “Se cuida incluso el contenido y tono del lenguaje del equipo durante la cesárea, limitando los comentarios ajenos al proceso técnico”, explica el doctor Gil.

Piel con piel

En las cesáreas humanizadas también se potencia el vínculo madre e hijo en la medida de lo posible. Así, tras el nacimiento se realiza de manera inmediata el método ‘piel con piel’ similar al que se realiza en un parto normal. Incluso en el caso de las gestantes sometidas a una anestesia general, el piel con piel se realiza con el padre en la sala de dilatación, tras la valoración inicial del recién nacido por el pediatra en quirófano.

“La valoración inicial del pediatra del recién nacido se realiza sobre la madre siempre que médicamente sea posible”, explica la jefa de Pediatría, Inés Costa. En cuanto al cordón umbilical si las condiciones clínicas del neonato y la madre lo permiten, se corta cuando deje de latir.

Si la madre desea lactancia materna y el recién nacido muestra signos de búsqueda la matrona guiará a los padres para hacer posible el agarre. Del mismo modo, se administrarán profilaxis encima de la madre siempre que sea posible.

Conoce mas sobre la casa de partos, para parto natural en gestaciones de bajo riesgo.

Categorías
Noticias

Manises impulsa la innovación entre su plantilla con nuevas becas a sus médicos especialistas

El centro hospitalario lanza la segunda edición de las ‘Becas para la Innovación Asistencial’ que este año han recaído en los Servicios de UCI y Radiología.El programa favorece la actualización sanitaria en disciplinas punteras con la concesión de permisos retribuidos y subvenciones para adquirir nuevas destrezas en los hospitales de referencia a nivel internacional. La primera edición subvencionó la formación de dos especialistas en metodología avanzada de diagnóstico cardiológico y técnicas de cirugía sin sangre, respectivamente

El Hospital de Manises ha lanzado la segunda edición de las ‘Becas para la Innovación Asistencial’, un programa que fomenta la adquisición de las técnicas y procedimientos más innovadores por parte del personal sanitario del área , favoreciendo la realización de estancias en hospitales de referencia a nivel internacional. Este año la beca ha recaído en los Servicios de UCI y Radiología.

En el primer caso, la beca permitirá a la intensivista Belén Romero, profundizar en la monitorización de manera menos invasiva gracias a un doppler transcraneal destinado a pacientes neurocríticos ingresados en la UCI. En el caso del servicio de Radiología, el doctor Rafael Revert, podrá ahondar en la utilidad de una técnica también mínimamente invasiva para el paciente con patología arterial coronaria como es la tomografía computerizada.
En la primera edición se concedieron dos becas, una en el Servicio de Cardiología y otra en el Servicio de Anestesiología que acaban de completarse. Así, se ha presentado en un acto celebrado en el Hospital de Manises donde las doctoras beneficiarias de las becas han explicado sus experiencias y las nuevas posibilidades que se abren ahora en sus servicios.

En el caso del servicio de cardiología, la beca supuso una estancia en dos hospitales de referencia en imagen cardiaca como son el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y el Hospital San Pau de Barcelona. Gracias a la beca obtenida por la cardióloga María del Valle Pedrosa, se ha reforzado el área de diagnóstico cardiológico del centro incorporando las técnicas más innovadoras con imágenes cardiacas en 3D que permiten una valoración más definida de valvulopatías estructurales. También ha completado su destreza en el campo de las resonancias cardíacas y el TAC coronario. Para la doctora del Valle “gracias a la beca y al nuevo equipamiento que va a incorporar el Hospital de Manises nos convertiremos en un hospital a la vanguardia en diagnóstico por imagen en cardiología”.
Por su parte, la anestesióloga Consuelo Cebrián realizó una estancia en el hospital americano de Englewood con el objetivo de profundizar conocimientos en uno de los centros de referencia en cirugía sin sangre a nivel internacional. “Mi estancia ha sido muy positiva ya que me ha permitido constatar que en este aspecto el Hospital de Manises está en línea con el trabajo de este centro de referencia. También tomé ideas de pequeñas mejoras que sin duda intentaremos incorporar a nuestro día a día”, ha explicado Cebrián.

Retribución y gastos subvencionados

Dentro de este programa destinado a la innvación, los profesionales becados gozan de un permiso especial retribuido de hasta un máximo 4 meses. Además, se ofrece la posibilidad de subvencionar hasta en un 75% los gastos de transporte, alojamiento o manutención derivados del periodo de formación. “El objetivo de estas becas es facilitar a nuestros médicos especialistas la posibilidad de formarse en nuevas técnicas en centros tanto nacionales como internacionales de gran prestigio”, ha explicado Vicente Gil, gerente del departamento de salud.

Categorías
Especialidad>Cirugía de la obesidad

Entrevista a Raúl Cánovas, cirujano general, especialista en cirugía bariátrica, del Hospital de Manises

Cuando todo falla, acceder a una cirugía bariátrica o de reducción de estómago supone para muchos pacientes el último recurso hacia una nueva vida sin las limitaciones que les imponen esos quilos de más. Sin embargo el éxito depende en muchos casos de la rapidez en la atención, para evitar desmotivaciones, y de un enfoque integral que trate de forma personalizada el problema. El Hospital de Manises ha puesto en marcha una Unidad de Obesidad y Cirugía Bariátrica especializada en esta patología con técnicas seguras y espera media de tan sólo tres meses para la intervención.

Para conocer en detalle las técnicas de cirugia bariátrica y reducción de estómago, puedes ampliar informacion en nuestra sección especializada, aquí.

¿Cuáles son los requisitos para acceder a la Unidad de Obesidad y ser candidato a cirugía bariátrica?

Tener un índice de masa corporal por encima de 40, o mayor a 35 acompañado de diabetes, hipertensión o apnea son algunos de los requisitos para ser candidato a una cirugía de la obesidad en un hospital público. Esta intervención está dirigida a personas con elevado índice de masa corporal, a aquellos otros que además tienen factores de riesgo asociados y que en cualquier caso están estancados en peso ya que no son capaces de reducir kilos con ejercicio o dieta.

¿Por qué es tan importante atacar el problema de la obesidad con rapidez?

Por dos motivos fundamentales. En primer lugar porque la obesidad no es un problema estético, sino que tiene consecuencias en la salud de la persona que la padece. Y en segundo lugar, porque cuando el paciente es consciente y está motivado a solucionar el problema, tener que esperar demasiado tiempo puede ser muy desmotivante y desanimarle a este cambio de vida.

¿Cuál es el plazo de espera para acceder a una intervención contra la obesidad?

Tras los pertinentes estudios y pruebas que nos permiten determinar que una persona es un buen candidato a una cirugía de este tipo, el paciente tan sólo tendrá que esperar una media de tres meses para ser intervenido en el Hospital de Manises. Es cierto que se trata de un periodo récord para un hospital público, ya que la media de espera habitual es de más de un año en otros centros públicos. Nosotros logramos esta agilidad gracias al trabajo del equipo multidisciplinar de la Unidad, a los protocolos y circuitos y a las técnicas empleadas, muy seguras y mínimamente invasivas. Además, a esto hay que añadir la seguridad que para el paciente supone estar atendido en un hospital público con una trayectoria en cirugía bariátrica ampliamente contrastada.

Pero la cirugía es sólo el inicio del cambio. El paciente debe cambiar hábitos, hacer ejercicio y ser consciente de su nueva vida. ¿Qué trabajo realizáis en este sentido en la Unidad?

El papel del equipo de profesionales de la Unidad es fundamental. Está conformada por endocrinos, nutricionistas, psicólogos, digestivos y cirujanos, que estudian al paciente para determinar cuál es la respuesta óptima a su situación y teniéndola en cuenta aportan una solución adecuada. El seguimiento tras la cirugía también es intenso. Se asesora al paciente de forma personalizada para confirmar que está siguiendo bien las indicaciones nutricionales y tiene hábitos saludables.

¿Es cierto que tratando la obesidad mejoran otras enfermedades como diabetes o hipertensión?

Efectivamente, la obesidad es un factor que causa enfermedades de riesgo cardiovascular y es la primera causa de complicaciones en la salud. Por tanto, el objetivo que se persigue, como decía, no es estético, sino que estamos hablando en todo momento de salud. También es importante el cambio a nivel psicológico que obtienen los pacientes. Para muchos de ellos es un cambio total. Mejoran en su autoestima y en todos los aspectos de su vida. Por eso es tan importante que el paciente lo entienda también como un cambio de hábitos.

¿Qué protocolo se activa una vez que el paciente entra en la Unidad de Obesidad?

A partir de la entrada en la Unidad de obesidad realizamos un estudio completo del paciente para determinar si es candidato y puede acceder a esta cirugía. Para ello un equipo de especialistas estudiará su caso y determinará el tratamiento a seguir y si procede la intervención y la técnica quirúrgica más adecuada a su caso.

¿Cómo acceder a la Unidad?

Los pacientes que crean que pueden ser candidatos deben dirigirse al endocrino o a su médico de cabecera para que le remita al especialista en endocrinología. Gracias a la libertad de elección de centro que tienen los valencianos de acuerdo con el Decreto de libre elección aprobado en mayo por la conselleria, podrán acceder a la Unidad de Obesidad del Hospital de Manises, donde se estudiará su caso.

¿Cuántas intervenciones realizáis cada año?

Cada año se realizan cerca de 200 intervenciones de cirugía bariátrica, un número bastante elevado tratándose de un hospital público. Gracias a la optimización de tiempos, el Hospital de Manises es uno de los centros públicos valencianos que más pacientes de obesidad opera con tasas de satisfacción muy elevadas, pues los pacientes nos valoran con puntuaciones sobresalientes de 9,1 puntos sobre 10.
“Con una espera media para intervención de sólo tres meses, el Hospital de Manises es uno de los centros públicos valencianos que más pacientes opera de obesidad”

TÉCNICAS SEGURAS

Una de las garantías que ofrece el Hospital de Manises para el paciente es la utilización de técnicas contrastadas desde el punto de vista quirúrgico y de evidencia científica. “Existen varias técnicas en el tratamiento quirurgico para la obesidad mórbida; en nuestra unidad aplicamos, generalmente, dos tipos de técnicas por su demostrada eficacia: el bypass gástrico (es el gold estándar en la cirugia de la obesidad) y también la gastrectomia vertical o sleeve gástrico”, explica el doctor Raúl Cánovas, ambas por laparoscopia. El uso de una u otra técnica depende del perfil del paciente.
“Ambas técnicas se realizan por vía laparoscópica, de manera mínimamente invasiva, con lo que las molestias para el paciente son menores y la recuperación es más rápida”, explica el cirujano.

Categorías
Especialidad>Cirugía

El doctor Cavadas reconstruye el rostro de una mujer marroquí con una severa deformidad

Aquejada por un ‘neurofibroma’, Samira sufría rechazo social y problemas en sus país de origen a causa de la dolencia. La paciente se ha sometido a lo largo de un año a un total de tres intervenciones en el Hospital de Manises. En breve espera poder regresar a su país donde comenzar una nueva vida. El Hospital de Manises y el doctor Cavadas han ofrecido la asistencia médica de forma gratuita, mientras que Fundación Adra y el Centro Islámico de Valencia la han apoyado en el viaje y estancia en Valencia

El Hospital de Manises, el doctor Pedro Cavadas y su equipo, así como el Centro Cultural Islámico de Valencia y la ONG Fundación Adra, han colaborado conjuntamente en la asistencia sanitaria de la mujer marroquí Samira Benhar. La mujer ha recibido tratamiento a lo largo de un año en el Hospital de Manises de la mano del doctor Cavadas para corregir una malformación en la cara que estaba ocasionándole rechazo social y problemas en su país de origen.

El centro sanitario ha presentado este caso de cooperación internacional junto a representantes de las entidades colaboradoras y la propia Samira. El Hospital de Manises y el doctor Cavadas conocen este caso a través de la Fundación Adra, quien detecta la problemática que sufre esta mujer en su país, se interesa por su caso y, junto al Centro Cultural Islámico de Valencia, trabaja para financiar su viaje a Valencia, arreglar la documentación y buscar opciones de tratamiento. “El doctor Cavadas decide hacerse cargo del caso de manera altruista. Gracias a este primer paso, el Hospital de Manises con el que colabora el doctor Cavadas decide asumir también el caso dentro de las actuaciones previstas en su política de responsabilidad social corporativa y por ello asume el coste de las intervenciones, la hospitalización y el tratamiento también de manera altruista”, ha señalado el doctor Emilio Luis Matute, director Quirúrgico del Hospital de Manises. Tal y como ha explicado el doctor Matute, “Era fundamental darle apoyo y respuesta a la situación en la que se encontraba la paciente”.

Un año en tratamiento

Samira padecía ‘Neurofibromatosis” en la cara. Se trata de una patología que produce crecimiento incontrolado de tejido a lo largo de los nervios y que en el caso de Samira le había producido la deformidad en la parte derecha de la cara.

Para reconstruir su rostro ha sido preciso casi un año de tratamiento en el que se le han realizado un total de tres intervenciones en el Hospital de Manises. Así, en junio del año pasado, pasó por primera vez por el quirófano para que se le quitara gran parte del neurofibroma de gran tamaño que tenía en el lado derecho de la cara. Cuatro meses después volvió a ser intervenida para quitarle el resto, ubicado en la zona del ojo. Este pasado mes de abril, Samira ha pasado por tercera y última vez por el quirófano con el objetivo de terminar de acondicionar la zona del ojo y colocarle una prótesis ocular para que su aspecto sea óptimo.
El doctor Cavadas ha explicado las peculiaridades del caso, una patología de origen genético que sólo tiene tratamiento mediante cirugía reconstructiva. Para el cirujano valenciano este caso es ejemplo de cooperación internacional realizada por “personas honestas con ganas de mejorar las cosas y con implicación y empeño”.

Una nueva vida en su país

El problema estético de Samira supuso para ella un auténtico calvario en su país. Tras las intervenciones realizadas por el doctor Pedro Cavadas en el Hospital de Manises, Samira ha recuperado la sonrisa y la alegría de vivir y espera emprender una nueva vida cuando regrese a Marruecos, gracias a la ayuda y a los fondos recogidos por la Fundación Adra. Con estos fondos la fundación espera poder ofrecerle un futuro mejor en su país de origen.