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Dermatólogos aseguran que las patologías de la piel pueden mejorar con el sol y el mar

 

  • Enfermedades como la psoriasis o la dermatitis atópica evolucionan positivamente en temporadas veraniegas gracias a los beneficios de los rayos ultravioletas

 

  • Además, en algunos casos de dermatitis, el agua marina ayuda en la reparación de grietas y favorece la eliminación del tejido descamado en los pacientes

 

  • El agua salada contiene propiedades antibacterianas que pueden ayudar en la regulación de la microbiota implicada en el acné, del mismo modo que la acción secante del sol

Manises, 21 de junio de 2021. Con la llegada del verano, muchos se preocupan de manera especial por el cuidado de la piel ante la exposición solar constante en playas y piscinas. El sol, si no se toma de manera responsable y con la protección necesaria, puede llevar consigo muchos problemas dermatológicos. Sin embargo, en pacientes con patologías dermatológicas como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné tiene también, junto con el agua del mar, beneficios importantes en el desarrollo de la enfermedad, tal y como afirman los dermatólogos del Hospital de Manises.

Y es que, en este tipo de patologías, si al tratamiento habitual se añade la exposición al sol y baños en agua salada, pueden mejorar de manera exponencial. “En el caso de la psoriasis y de la dermatitis atópica, la radiación ultravioleta tiene un efecto inmunomodulador natural que puede hacer mejorar de forma muy importante al paciente. No obstante, es esencial moderar la exposición y evitar quemaduras solares que podrían ejercer el efecto contrario”, ha explicado el Dr. Jose Rueda, dermatólogo del centro público valenciano.

Por eso, las playas son el lugar idóneo de verano para estos pacientes ya que a través del disfrute y el descanso pueden favorecer una mejora en la salud de su piel. Este es el caso de pacientes afectados por dermatitis atópica. Esta enfermedad se caracteriza por la irritación y enrojecimiento de la piel y lleva consigo la aparición de grandes eccemas que suelen afectar en mayor medida a niños y adolescentes. Para ellos, el experto en dermatología explica que el agua de mar podría tener cierto beneficio en la reparación de grietas y en la eliminación del tejido descamado y subraya que “en estos pacientes resulta esencial no dejar el tratamiento como el uso de cremas emolientes tras la ducha después del baño en el mar”.

Otra patología que también es muy común en adolescentes es el acné, que puede mejorar o empeorar en función de la alimentación, el estilo de vida o el clima. Por ello, el clima veraniego o las actividades en el mar puede tener beneficios en la evolución de su enfermedad. “Los climas secos y soleades son beneficiosos para estos pacientes por la acción secante del sol. Además, las propiedades antibacterianas del agua de mar pueden ayudar en la regulación de la microbiota implicada en el acné”, concluye el Dr. Rueda.