Logo Manises departamento de salud
Preguntas Frecuentes
RSC
Contacta con el Hospital

Habla con nosotros

¿Quieres que el Hospital sea tu centro?

Insolación en niños: claves para prevenirla y detectarla

Insolación en niños

El fuerte incremento de las temperaturas en los meses de verano eleva siempre el riesgo de sufrir insolaciones, deshidratación o los conocidos “golpes de calor”. 

En este sentido, los profesionales del Servicio de Urgencias del Hospital de Manises ofrecen las claves para detectar a tiempo un golpe de calor o una insolación en niños, aportando algunas sencillas pautas para prevenirlos. 

Así, el Dr. Juan Carlos Jurado, especialista del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises, advierte de que el mejor tratamiento contra las afecciones causadas por el sol y el calor es la prevención. “Anticiparse y evitar que los niños se enfrenten a situaciones de altas temperaturas sin protección”, asegura.

Y es que, tal y como explican los profesionales del centro sanitario de Manises, “los niños más pequeños, sobre todo los menores de 1 año, son los más vulnerables a sufrir un golpe de calor. Esto se debe a que su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos porque tienen menor reserva de agua y su sudoración”. 

Por eso, los pediatras de urgencias recomiendan estar especialmente pendientes de los niños en los momentos de altas temperaturas y excesiva exposición al sol para poner todos los medios necesarios para evitar este tipo de afecciones. ¿Cómo detectar una insolación en niños? Te lo contamos: 

Síntomas de insolación en niños 

Ante la sospecha de que un niño pueda padecer un golpe de calor o una insolación, los especialistas del Servicio de Urgencias del Hospital de Manises recuerdan los principales síntomas que se manifiestan. “Un niño que sufre un golpe de calor puede presentar mareos, vómitos, fiebre superior a 40⁰C, cefalea o irritabilidad y taquicardia. En los casos más graves, se pueden producir desmayos o pérdida de conciencia. También hay que estar atentos a otros síntomas como piel seca y muy caliente, fatiga, debilidad, respiración superficial y rápida o calambres musculares”, afirma el Dr. Jurado

Y es que no podemos perder de vista que se trata de una afección potencialmente grave, por lo que los facultativos advierten que es fundamental actuar a tiempo llevando al niño que presente sintomatología a las Urgencias más cercanas. 

Además, los profesionales recuerdan la manera de proceder en estos casos para evitar que la insolación en niños sea más grave y recomiendan colocar al pequeño tumbado boca arriba a la sombra, en un sitio fresco y ventilado y aplicar progresivamente paños fríos mojados en la cabeza, cara, cuello, nuca y pecho evitando así el uso del hielo. “Es vital no sumergir al menor en agua helada, ni realizar friegas con alcohol. Si el niño está consciente y no presenta vómitos, se le puede ofrecer agua fría o una bebida isotónica”, concluye el pediatra. 

¿Cómo prevenir una insolación en niños?

Entre las claves que aportan los pediatras para prevenir los golpes de calor e insolaciones en niños, el Dr. Jurado subraya la importancia de mantener hidratados a los niños. “Es preciso ofrecer con frecuencia a los niños líquidos (pecho en lactantes), sin esperar a que ellos lo pidan, especialmente si van a realizar una actividad física prolongada”, explica el doctor. 

Además, es relevante limitar su ejercicio en las horas centrales del día y en esos momentos proponer otro tipo de actividades en lugares a la sombra, con aire acondicionado o ventiladores, si es posible. Si la actividad se realiza en el exterior, “es aconsejable que se bañen o mojen con cierta frecuencia”, recuerda el pediatra.

Por otro lado, para prevenir una insolación en niños también es fundamental usar ropa adecuada. Para eso, es recomendable optar por ropa ligera, de colores claros y tejidos transpirables. También sería recomendable cubrir su cabeza con sombreros o gorras y utilizar gafas de sol con protección UV. 

Por último, aplicar a los más pequeños un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de, al menos, 30 en todas las áreas expuestas de la piel, incluso en días nublados. Es importante repetir este gesto a lo largo del día.  

Qué hacer ante una insolación en niños

Si sospechas de que tu hijo está sufriendo una insolación, es importante actuar rápidamente para brindarle la atención adecuada. Sobre algunas de las cosas que debemos conocer sobre qué hacer ante una insolación en niños podemos diferenciar: 

  • Llevar al niño a un lugar fresco y sombreado lo más pronto posible. 
  • Retirar la ropa adicional: Si es posible, es recomendable retirar cualquier prenda adicional o ajustada que pueda retener el calor y dificultar la refrigeración del cuerpo. 
  • Proporcionar líquidos frescos. 
  • Aplicar compresas frescas alrededor del cuello, frente y axilas para ayudar a bajar la temperatura corporal. 
  • Ventilar el área. Si el ambiente lo permite, asegúrate de que haya buena circulación de aire en el lugar donde se encuentra el niño. 
  • Observar signos de empeoramiento: Mantén un ojo en el estado del niño y busca signos de empeoramiento como confusión, irritabilidad, convulsiones, pérdida de conocimiento o dificultad para respirar. Si los síntomas empeoran,  busca atención médica de inmediato.

Es importante recordar que la insolación en niños es una emergencia médica y puede ser potencialmente peligrosa. Por eso, es mejor buscar atención médica profesional en caso de insolación en niños para asegurarnos de que reciben el tratamiento adecuado y se recuperan completamente.