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Dermatitis de contacto

La dermatitis de contacto es una reacción inflamatoria de la piel causada por el contacto con agentes externos. Es decir que aparece la lesión cuando nuestra piel toca algo que le provoca esa reacción.

Según explican las Dras. Susana Calaforra Méndez, María Cruz Torres Gorriz y Pilar Alba Jordá, alergólogas del Hospital de Manises, la dermatitis de contacto es una forma de alergia de evolución prolongada y aparición más tardía que una alergia cutánea.

Para saber si estamos antes una dermatitis de contacto contamos con varios síntomas, entre los que destacan:

  • Picor.
  • Eccema.
  • Sequedad.
  • Descamación.
  • Heridas.
  • Grietas.
  • Dolor.

Cuando aparece la dermatitis de contacto y nos pica la piel, no hay que rascarse, porque nos podemos hacer una herida que se puede sobreinfectar, lo que nos producirá aún más molestias y dolor.

Por eso, nuestras alergólogas recuerdan que ante los primeros síntomas se debe consultar al médico para orientar el tratamiento y valorar si se trata de un mecanismo alérgico o de otra enfermedad, con la finalidad de que el paciente sea remitido al especialista correspondiente, ya sea el dermatólogo, alergólogo… para que pueda valorar la lesión y ofrecer la solución más adecuada para cada caso.

La dermatitis de contacto puede aparecer a cualquier edad, siempre y cuando haya habido exposición previa y continuada al alérgeno que la provoca. Este tiempo puede variar según la persona y/o el alérgeno, y pueden pasar desde semanas hasta años de la exposición.

Una vez que se diagnostica la dermatitis de contacto, lo primero que hay que hacer es evitar el alérgeno que la produce. Las especialistas de nuestro Servicio de Alergología recuerdan que los síntomas se resuelven con medicación, generalmente tópica, aunque en ocasiones pueden necesitarse antihistamínicos o corticoides orales, dependiendo de cada caso y de cómo esté la lesión.

Al hablar de curación, debemos saber que los síntomas pueden curarse evitando la exposición al alérgeno responsable y tratándolos con medicación, bien sea tópica u oral. Para este tipo de mecanismo alérgico no existe vacunación, por lo que la hipersensibilidad se mantiene durante toda la vida. Por lo tanto, si volvemos a exponernos al alérgeno, se pueden desencadenar los síntomas de la dermatitis atópica. De ahí que haya que prestar especial atención a su exposición y a evitarlos siempre que podamos.