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Cómo actuar ante la picadura de un insecto

picaduras de insecto en niños

Ante la picadura de un insecto lo primero que sentimos es una sensación de malestar, irritación y picor que nos hace que nos rasquemos constantemente. La Dra. María Elena Álvaro Toquero, del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises, explica lo que tenemos que hacer ante el ‘ataque’ de esos molestos animalillos. “De forma general, tras las picaduras se debe lavar la zona con agua y jabón y aplicar frío local. En el caso de las picaduras por abejas o avispas, se debe extraer el aguijón si ha quedado retenido”.

Por su parte, si se trata de una picadura de medusa, se debe limpiar la lesión con agua o suero salino frío para arrastrar los restos de tegumento de la medusa y posteriormente sumergir el miembro afectado en agua caliente para inactivar las toxinas.

Respecto a las picaduras por escorpiones, serpientes y garrapatas, en algunos casos se puede recurrir a un antídoto específico, por lo que es recomendable recibir asistencia sanitaria para evitar problemas mayores.

Según nuestra pediatra, para el dolor se puede recurrir a analgésicos habituales, como el paracetamol o el ibuprofeno, y para el picor se pueden tomar antihistamínicos. “Hay que destacar que si el afectado es un niño muy pequeño, sobre todo los recién nacidos y los lactantes, el aspecto de la picadura es malo y/o se sospecha que ha sido causado por un animal con capacidad de producir lesiones graves, es mejor consultar con el pediatra”, indica la especialista, quien añade que cualquier picadura y los síntomas producidos serán más graves cuanto más baja sea la edad del niño.

Una vez que el insecto ha hecho de las suyas, es importante evitar rascarse, ya que se pueden producir heridas y sobreinfección. Para ello, es útil el empleo de prendas largas que tapen las lesiones y reducir la sensación de picor con frío local o con la administración de antihistamínicos.

Para evitar las picaduras, la Dra. Álvaro Toquero recomienda estar atento cuando el niño se encuentre en entornos en los que habitan estos animales venenosos, como cuando se baña en el mar o está en el campo. Si le pica alguno de ellos y las consecuencias entrañan gravedad, el pronóstico será mejor cuanto antes se aplique el tratamiento. Por eso, “es aconsejable vestir al niño con ropa de manga larga y evitar el uso de prendas de colores llamativos si va a estar expuesto a insectos. También es muy útil el uso de mosquiteras”.

Con respecto a los repelentes, la pediatra aconseja usar los de aplicación tópica, pero señala que “los brazaletes y parches no son efectivos. Los repelentes más eficaces son los que contienen DEET, cuya concentración puede variar entre el 10% y el 40%. Cuanto mayor sea la concentración más duradera será su protección, pero concentraciones superiores al 30% no ofrecen más ventajas y no se recomiendan en niños. En general, este producto debe evitarse por debajo de los 2 años. Las soluciones que contienen IR3535, picardina o aceites vegetales, como citronela, también pueden resultar eficaces; sin embargo, su duración es menor y se deben de aplicar con más frecuencia”.

Como ha comentado nuestra pediatra, hay que tener en cuenta que los repelentes contienen sustancias tóxicas, por lo que hay que seguir unas pautas a la hora de usarlos. “Deben aplicarse únicamente en la piel expuesta, no bajo la ropa y no se deben aplicar sobre heridas. Se pueden utilizar sobre los carritos de bebé y sobre la ropa, pero hay que lavarla posteriormente. Además, se debe usar la cantidad recomendada sin abusar, ya que aplicar más cantidad no da más protección. Por último, idealmente se deben de aplicar al exterior para disminuir la inhalación”.