USO DEL CHUPETE Y CÓMO RETIRARLO
El reflejo de succión es uno de los reflejos primarios con los que se nace, preparándonos para la alimentación. Durante el primer año de vida, los niños se encuentran en su fase oral, y es a través de la boca (succionando, chupando), lo que les permite explorar su entorno y adaptarse al nuevo medio.
El uso del chupete es una fuente de consuelo y de calma. Sin embargo, su uso en etapas precoces puede interferir con la lactancia materna, y su utilización prolongada puede crear malformaciones en el paladar y dientes, además de infecciones bucales u otitis.
Además, el uso del chupete puede obstaculizar el desarrollo del lenguaje y la relación con sus iguales.
A partir del primer año es muy recomendable ir limitando su uso, pero sin obligarle y contando siempre con su participación. De esta forma no le generará ansiedad o angustia, lo que haría aumentar su nerviosismo y buscar alternativas como el dedo, muñeco..
RECOMENDACIONES PARA AYUDAR A NUESTRO HIJO A DEJAR EL CHUPETE
–No quitárselo de repente. Debemos intentar contar con la participación del niño para que colabore con la decisión tomada.
-Si habla con él puesto, no atender a su petición. Decidle: “No te entiendo”, para que sea él mismo el que se lo retire.
-Retirarlo de forma progresiva. Permitir su uso para determinadas actividades u horas del día.
–Elogiar al niño cuando no lo use y decida apartarlo. Reforzar que su comportamiento es “de ser mayor “ y reforzar una imagen positiva de sí mismo.
-Intentar no ofrecerle el chupete de forma sistemática para que se calme, ofreciendo otras alternativas: masaje, cantar, jugar…
-La retirada del chupete no debe coincidir con otros acontecimientos importantes: inicio de la escuela, retirada de pañal, nacimiento de un hermano..
-Debemos tener paciencia y ser comprensivos, sin olvidar las dificultades a las que se enfrenta nuestro hijo para superar esta decisión.
