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Conjuntivitis en verano y cómo tratarla

Conjuntivitis verano

La conjuntivitis es una inflamación o una infección en la membrana transparente conjuntiva que recubre el párpado y la parte blanca del globo ocular. Sus efectos se traducen en un enrojecimiento de la parte blanca del ojo, provocado por la inflamación de los pequeños vasos sanguíneos. La causa más frecuente de la conjuntivitis viene a consecuencia de una infección bacteriana o viral o una reacción alérgica. Es por ello que muchos casos tienen lugar en época estival, al entrar en contacto con virus y bacterias en playas y piscinas.

Los síntomas de la conjuntivitis de verano son prácticamente los mismos que una conjuntivitis atemporal; ojos rojos, lagrimeo, irritación ocular y, en ocasiones, leve visión borrosa.

Según explica el Dr. Pablo Hernández, del Servicio de Oftalmología del Hospital de Manises, la conjuntivitis de verano aparece por una irritación de la conjuntiva, que es la capa más superficial que envuelve al ojo.

La conjuntivitis de verano puede aparecer durante el periodo estival en personas de todas las edades. De hecho, también pueden darse casos de conjuntivitis en bebés en verano, así como otras enfermedades de los ojos propias de su edad. Para poder detectarlas, indica nuestro oftalmólogo, es siempre recomendable una valoración médica.

¿Cómo se detecta la conjuntivitis en verano?

En la mayoría de los casos, la conjuntivitis de verano se detecta con una valoración oftalmológica observando las características de los ojos del paciente a través de un aparato disponible en cualquier consulta básica de oftalmología, que se denomina la lampara de hendidura. El motivo de esta consulta suele ser picor y molestia ocular, que puede afectar al desarrollo normal del día a día, con visión borrosa.

Además, estos síntomas de conjuntivitis suelen empeorar al entrar en contacto con productos químicos como el cloro, que inflaman aún más la zona teniendo sensación de una molestia mayor. Por este motivo, es importante no retrasar la consulta al médico y ponerse, cuanto antes, en manos de un especialista que indique inmediatamente el tratamiento conjuntivitis a seguir, que suele ser la aplicación de gotas o una pomada especial. 

¿Cuándo hay que acudir al médico?

Afortunadamente, la conjuntivitis en verano suele tener síntomas leves que se resuelven en unas horas o días si la causa es una irritación ambiental o en 1-2 semanas si está causada por virus. En los casos que los síntomas sean muy intensos o la duración sea superior a una semana, es recomendable realizar una valoración médica. 

Tipos más frecuentes de conjuntivitis en verano

Tal y como detalla nuestro oftalmólogo, a pesar de poder desarrollar una infección por conjuntivitis en cualquier época del año, en verano son especialmente frecuentes. 

Se pueden diferenciar dos tipos de conjuntivitis más frecuentes en verano 

  • Las conjuntivitis de contacto, que son debidas a una irritación por agentes externos como el cloro de las piscinas, abuso de lentes de contacto o una excesiva exposición al sol.
  • Las conjuntivitis adenovíricas, que aparecen como consecuencia de una infección por un virus, habitualmente de la familia de los adenovirus, que produce una inflación en la conjuntiva con una duración de varias semanas. 

Tratamiento de la conjuntivitis en verano

El tratamiento de la conjuntivitis en verano tiene como objetivo aliviar los síntomas, ya que en la mayoría de los casos es un proceso autolimitado. 

El Dr. Pablo Hernández puntualiza que el tratamiento de la conjuntivitis se basa en la hidratación con colirios de lágrima artificial para aliviar la irritación. En el caso de que la inflamación sea muy intensa, se pueden añadir colirios antiinflamatorios, para siempre bajo prescripción y control médico.

Entre los colirios que no se pueden utilizar están los colirios de corticoides, “ya que son unos grupos de antiinflamatorios muy potentes que deben ser utilizados con un control médico, puesto que pueden tener graves efectos adversos, como el aumento de tensión intraocular o la formación de catarata”, detalla nuestro especialista. 

Por otro lado, los colirios con antibiótico en ocasiones son empleados por lo médicos para prevenir sobreinfecciones por bacterias, pero no modifican la evolución natural de la conjuntivitis ni mejoran los síntomas; en cambio, su uso abusivo puede predisponer a resistencias en las infecciones bacterianas.

¿Qué pasa si se emplean remedios caseros para la conjuntivitis?

Ante una infección por conjuntivitis, el procedimiento adecuado es acudir a un médico especialista que estudie el caso e indique cómo actuar. Sin embargo, como remedios caseros para la conjuntivitis en verano, podemos aceptar compresas frías para aliviar la posible inflamación, “pero cualquier gota o colirio ocular debe tener una garantía de seguridad farmacéutica”, recalca el especialista del Hospital de Manises. Por lo que no es recomendable aplicarse cualquier colirio sin antes haberlo consultado con el especialista. 

¿Influye el cloro de las piscinas en la aparición de las conjuntivitis?

El cloro es un elemento químico muy tóxico que se emplea habitualmente como producto desinfectante y su toxicidad depende de la concentración. En los casos de contacto directo con los ojos en un formato sin diluir, como ocurre en ocasiones cuando se manipula durante las tareas de mantenimiento de las piscinas, puede provocar heridas muy graves en la superficie ocular que deben ser evaluadas de forma urgente por un oftalmólogo. 

En cambio, cuando su dilución baja, entre 1 – 3 ppm, puede provocar una irritación leve de las mucosas, y en los casos de una contracción superior a 5 ppm puede provocar una irritación ocular, caracterizada clínicamente por hiperemia conjuntival y sensación de tierra o arenilla. Es por ello que el número de casos de conjuntivitis aumenta considerablemente en verano.

Para prevenir la aparición de conjuntivitis, es fundamental evitar el contacto directo de los ojos con el cloro y con los gases que puede emanar, por lo que una de las medidas más efectivas es el uso de gafas de buceo o natación y para evitar complicaciones en la infección, es fundamental acudir rápidamente a un centro de salud para que el especialista valore el caso, en Hospital de Manises estaremos encantados de atenderte ante cualquier consulta, ¡contacta con nosotros!