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¿Cuál es el mejor tacatá?

¿CUAL ES EL MEJOR TACATÁ? EL QUE NO SE USA

El tacatá o andador es un aparato muy arraigado en la tradición popular.

Algunos padres creen que el andador es seguro para sus hijos, pues les mantiene entretenidos mientras ellos realizan otras tareas. Sin embargo, dos características hacen de los andadores elementos particularmente peligrosos: el aumento de la movilidad y velocidad y la altura elevada que obtiene el niño en un andador.

¿Por qué pueden ser peligrosos los andadores?

Según el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones de la Asociación Española de Pediatría, los andadores:

– Cuadriplican el riesgo de caída por una escalera.

– Duplican el riesgo de fractura por caída por una escalera.

– Adelantan la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses.

– Aumentan el riesgo de quemaduras e intoxicaciones.

¿Tiene algún efecto beneficioso sobre el aprendizaje de la marcha?

La respuesta es no, ninguno, más bien al contrario. 

Los niños que utilizan andador tardan más en andar por un retraso en su desarrollo motor. Distorsionan la capacidad de los niños para desarrollar capacidades visuales y para caminar y les impide explorar correctamente su entorno al saltarse fases vitales para el aprendizaje como el gateo o la incorporación con apoyo.

¿Cuál es la recomendación de las sociedades profesionales?

La Alianza Europea para la Seguridad Infantil no recomienda la compra o el uso de andadores, debido al alto riesgo de lesiones que suponen para los niños.

Los andadores están prohibidos en Canadá desde el año 2004, debido a que las caídas por las escaleras por culpa de los andadores eran la causa más frecuente de lesiones graves en la cabeza en niños menores de dos años.

La Academia Americana de Pediatría es aún más contundente y propone:
– Prohibir la fabricación y venta del andador para niños.
– Educar a los padres sobre la ausencia de beneficios y los riesgos demostrados, sobre todo en relación con las escaleras.
– Programas comunitarios de recogida de andadores y reciclaje de sus materiales.
– No permitir el uso del andador en los centros autorizados para el cuidado de niños.

El Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría afirma que: si el andador aumenta la probabilidad de los accidentes en lactantes, y además no favorecen su desarrollo psicomotor, no hay ningún argumento válido para seguir usándolo.

Una alternativa son los centros de actividades estáticos para lactantes, sin ruedas, de base amplia, donde los niños pueden entretenerse un período corto de tiempo.

Si a pesar de estas recomendaciones decide comprar un andador:

– Compruebe que el andador cumpla la norma europea EN 1273: 2005 Andadores – Requisitos de seguridad y métodos de ensayo

– Compruebe que el andador no quepa por las puertas para evitar que el niño pueda moverse entre habitaciones

– Verifique que tiene un mecanismo de agarre para detener el andador al borde de un escalón.

– Permanezca con el niño cuando utilice el andador y restrinja el uso del andador exclusivamente a superficies lisas.

Dra. Esther Bartoll