Un informe de la federación española constata que la diferencia de precios sigue siendo “abismal”
El producto cuyo precio se dispara especialmente es la barrita de cereales, que llega a costar 19,45 euros más el kilo. A continuación está el pan tostado, con una diferencia de 13,75 euros, las empanadillas -10,45 euros más-, las magdalenas -10,35- y los croissants -10,04-. Y casi llegando a los diez euros está la base de pizza -9,81 euros más- y las croquetas -9,40-.
El incremento se da también en productos de consumo habitual como el pan de barra, que cuesta 7,37 euros más, la pasta de espirales -4,93-, la pasta de macarrones -3,66- o el chorizo -2,18-. Y entre los ‘caprichos’, la cerveza cuesta 8,04 euros más, las galletas con pepitas de chocolate 7,64 y el helado de sándwich de nata 6,70.
Subrayan desde FACE que estos gastos extraordinarios no se reducen con ningún tipo de bonificación o subvención estatal, “solución que sí se contempla en la mayor parte de los países de la Unión Europea, entre ellos Italia, Francia, Reino Unido, etc”.
Y es que la llegada de alimentos sin gluten a las grandes superficies ha supuesto un pequeño ahorro para el colectivo celíaco, pero aun así las diferencias de precios son “abismales”. En definitiva, un ‘plus’ de casi 1.500 euros teniendo un solo celíaco en el seno familiar, pues si el número es mayor el gasto también se multiplicaría.