La primera valoración (test de Apgar) que se realiza al bebé tiene lugar inmediatamente después del nacimiento, por lo general en la sala de partos, y tiene la finalidad de identificar condiciones que amenacen la vida y que exijan atención inmediata. Un examen más completo se efectúa una vez el bebé llega a planta que ya han transcurrido mínimo dos horas de su nacimiento y ha tenido la oportunidad de adaptarse a la vida extrauterina. Es entonces cuando el personal de la sala le realizamos la somatometría y una revaloración de su estado general. Nos desplazamos a la habitación y hacemos este control al bebé siempre en presencia de sus papás.
La somatometría es el conjunto de técnicas que permite realizar mediciones exactas de las dimensiones del cuerpo del recién nacido. Esto incluye: peso, talla y perímetro craneal (PC). La medición del peso se realiza con el bebé completamente desnudo. La talla se toma desde la fontanela anterior hasta los talones. El perímetro cefálico se mide colocando la cinta métrica por encima de las cejas y las orejas.
Las mediciones de la somatometría del bebé quedan registradas en su historia clínica y en la cartilla de salud. En las visitas sucesivas al pediatra se tomarán como referencia para valorar su evolución según su curva de desarrollo. Igualmente se miden signos vitales como son: frecuencia cardíaca, respiraciones, temperatura y saturación de oxigeno que nos permiten comprobar que el recién nacido se encuentra en buen estado. También realizamos una valoración visual de las características físicas como son: la piel, la cabeza, rostro, ojos, la nariz, la boca, los oídos, el cuello, el tórax, el abdomen, los genitales, y las extremidades. Y para finalizar valoramos el llanto, el tono muscular, la actividad y el estado de alerta.
A partir de ese momento, una vez hemos finalizado y comprobado que el bebé está en buen estado, ayudaremos a los papás tanto con la lactancia como con los cuidados que precisa el recién nacido.
Una exploración más detallada por parte del pediatra se realizará durante las primeras 24 horas de vida.