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Los bebés con frenillo corto tienen problemas para mamar

El frenillo lingual es una estructura anatómica que idealmente debe encontrarse dentro de la lengua y la une a la base de la boca. Cuando ese frenillo se queda situado fuera de la lengua en una posición más o menos anterior, puede causar problema en la movilidad de la lengua, denominándose a esa situación anquiloglosia (que significa “lengua anclada”).

El frenillo es importante para la lactancia porque para que se produzca un correcto agarre y vaciamiento del pecho es necesario que la lengua del lactante pueda moverse bien hacia adelante, hacia arriba y hacia atrás, para realizar los movimientos adecuados para “ordeñar” el pecho materno, explica la Dra. Blanca Garrido, pediatra neonatóloga del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises.

Cuando existe anquiloglosia, la movilidad de la lengua se limita en mayor o menor medida, lo cual puede tener repercusión en la lactancia, generando dificultades.

Porque la lactancia es cosa de dos y en ocasiones, aunque el lactante pueda tener una anquiloglosia, puede ser que no produzca ningún tipo de problema para el amamantamiento. No obstante, entre los problemas que suele causar nuestra ginecóloga destaca:

  • Dolor con las tomas: la falta de movilidad lingual hace que al lactante se le escape el pecho de la boca. Para evitarlo, se producen movimientos compensatorios que se traducen normalmente en un patrón de succión vigorosa y con las encías apretadas, como si mordiera el pecho. Esto puede producir traumatismo en el pezón y dolor con la toma, a veces muy intenso y desagradable para la madre. Son lactantes que hacen ruidos al tomar (tipo chasquidos) y que succionan con las mejillas hundidas, como si sorbieran a través de una pajita.
  • Mal vaciamiento del pecho: la alteración en la movilidad lingual hace que el drenaje del pecho sea menos eficaz. Esto puede favorecer la acumulación de depósitos de leche en zonas concretas de la mama, con sensación de dolor para la madre.
  • Escasa producción de leche y poca ganancia de peso en el lactante: Uno de los principales estímulos que regula la producción de leche es el vaciamiento del pecho. Si la leche del pecho no se drena adecuadamente, el sistema hormonal de la madre implicado en la lactancia entiende que le sobra leche y se disminuye su producción. Al principio, el lactante compensa esta situación haciendo tomas más largas y más frecuentes, pudiendo mantener una ganancia de peso normal las primeras semanas de vida. Si el problema se mantiene, al final la producción de leche disminuye y el lactante no recibe el aporte necesario de alimentación, frenando la ganancia de peso.
  • Ingurgitación mamaria y exceso de producción de leche: aunque lo más habitual es que se produzca reducción en la producción de leche, cuando la succión al pecho del bebé es muy vigorosa, hay madres que reaccionan aumentando de forma exagerada la producción de leche y con un reflejo aumentado de salida de la leche del pecho. En estos casos no suele haber problema de ganancia de peso en el lactante, pero puede tener molestias digestivas por tomar leche más rica en lactosa (la leche más rica en grasa sale al final del vaciamiento del pecho) y atragantamientos al iniciar la toma por el reflejo de salida de la leche del pecho aumentado.

 

La mayoría de las veces, se presentan todos los problemas juntos en el mismo caso (dolor materno, mal vaciamiento del pecho, poca ganancia de peso del lactante), pero hay veces en las que sólo hay dolor con las tomas o mala ganancia de peso.

 

Cómo se detecta

La anquiloglosia se diagnostica con la inspección de la boca del bebé, la palpación de la zona sublingual, una buena anamnesis enfocada en la lactancia y con la observación de las tomas. En todos los recién nacidos se debe valorar la presencia de frenillo lingual corto durante su estancia en maternidad y durante el curso posterior de la lactancia, buscándolo específicamente en el caso de que la evolución de la lactancia o la ganancia de peso del bebé no sean las adecuadas.

Tal y como detalla nuestra especialista, la anquiloglosia tiene tratamiento, que se enfoca en dos aspectos fundamentalmente:

 

  • Las medidas posturales: hay posturas para amamantar que favorecen el agarre al pecho de los bebés con frenillo lingual anterior corto (postura en caballito, en balón de rugby…). El cambio en la posición de amamantamiento puede producir una mejoría significativa en los síntomas de dolor con las tomas y mejorar el vaciamiento del pecho.
  • La sección del frenillo (frenotomía): consiste en cortar la zona de tejido que ancla la lengua de forma anómala al suelo de la boca. Es una intervención menor que generalmente no precisa anestesia, realizándose con medidas de analgesia no farmacológica (succión previa al pecho, solución oral de glucosa…) de forma ambulatoria. Dependiendo del grosor y el sitio de anclaje del frenillo, puede ser más o menos complejo y requerir una valoración especializada por Otorrinolaringología.

 

La Dra. Garrido insiste al comentar que la decisión de llevar a cabo o no una frenotomía debe tomarse de forma individualizada, dependiendo de cada caso. “Son candidatos a frenotomía los bebés con frenillo lingual anterior corto con alteración en la lactancia, en cualquiera de las formas que hemos comentado anteriormente y que no mejoran con medidas posturales”.