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Nutrición en pacientes renales

Pautas básicas de nutrición para las personas en hemodiálisis

Llevar una alimentación equilibrada y con las ingestas de fósforo controladas, es clave en las personas que están en tratamiento de hemodiálisis o de diálisis peritoneal

Pepe Roldán, nutricionista de la Asociación Alcer Turia, con quien está asociado el Departamento de Salud de Manises para mejorar la asistencia y atención sanitaria a pacientes del área de Nefrología, ofrece una serie de recomendaciones útiles a tener en cuenta. 

Lo primero que señala el especialista es que en la diálisis peritoneal hay que tener cuidado con los hidratos de carbono, porque se produce una absorción de glucosa durante el tratamiento; además de revisar los aportes proteicos ya que “como hay pérdida de proteínas por el líquido de la diálisis peritoneal, hay que revisar estos requerimientos”, señala Pepe Roldán.

Sin embargo, en la hemodiálisis no se aporta glucosa, con lo cual tiene que haber una ingesta adecuada de hidratos de carbono y un poco menos proteína que en la diálisis peritoneal. 

Recomendaciones generales

La recomendación general de alimentación es la misma que en la población general, recomendando siempre evitar al máximo las grasas saturadas y el alcohol. 

Desde la Asociación Alcer Turia sugieren un consumo diario de 250 gr de proteínas, divididos en la comida y en la cena. Es preferible optar por alimentos frescos, evitar alimentos procesados, y en su defecto, escogerlos sin sal. 

El peso corporal es un factor importante en la calidad de vida de cualquier persona. Las recomendaciones indican para ello mantener un estilo de vida saludable que combine alimentación equilibrada (con especial control de fosfatos en pacientes en diálisis peritoneal o hemodiálisis), además de actividad periódica y continua. En el caso de ser necesaria una dieta para personas en diálisis peritoneal o hemodiálisis, es de vital importancia que esté supervisada por profesionales asistenciales como nefrólog@ y/o nutricionista. 

El consumo de hidratos de carbono (patatas, pastas o arroz) debe estar controlado por su concentración de potasio. En el caso de necesitar recomendaciones más individualizadas, la consulta con los especialistas es clave para adecuarla a la clínica de cada paciente. 

Los lácteos deben consumirse con precaución, optándose por los semidesnatados y en una cantidad de medio vaso al día, o un yogur.

El aceite de oliva debe estar presente en la dieta de las personas con diálisis por los beneficios que ofrece. 

El nutricionista recuerda que a los pacientes en hemodiálisis se les pesa antes de iniciar el tratamiento y después. De esta forma, “se puede controlar si existen o no fluctuaciones de peso entre las sesiones”.

Cuánto líquido hay que beber

En lo que respecta a los líquidos, su consumo debe estar muy controlado. Sobre todo, en pacientes en hemodiálisis, dado que han perdido parte de la función residual de orinar que le limita la capacidad de desechar la orina. En el caso de la diálisis peritoneal se mantiene más tiempo la función residual de la orina, por lo que el paciente orina más y puede consumir más líquido. 

Así, la cantidad de líquido que hay que beber cada día se establece sumando a la cantidad de orina medio litro de líquido, “que es todo aquello que a temperatura ambiente es líquido, como los helados, cubitos de hielo, caldos, sopas, leche, infusiones…”. 

En esta cantidad hay que descartar el agua que contiene la fruta, pero no la de las sopas frías, como el gazpacho. 

Con respecto a la fruta, se recomienda tomar unos 150 gramos repartidos entre la comida y la cena, eligiendo sobre todo las que tienen menos contenido de azúcar, como la piña, la sandía, la manzana, las fresas, la pera…

Esa misma cantidad es la recomendada para las verduras, que deben ponerse a remojo antes de comerlas y someterlas a una doble cocción para reducir el potasio. 

Restricciones

A esto hay que añadir las restricciones de los alimentos muy ricos en potasio, ya que los pacientes en diálisis tienen problemas para eliminarlo. Las verduras que más lo contienen son: 

  • Coles de Bruselas.
  • Espinacas crudas.
  • Acelgas crudas.
  • Ajo crudo.
  • Hinojo.
  • Cardo.
  • Patata.
  • Brócoli.
  • Champiñón y setas frescas.
  • Patatas chips.
  • Cebollino. 
  • Apio. 
  • Berros. 
  • Coliflor.
  • Chirivía. 

Hay que tener cuidado con estas frutas por su alto contenido en potasio:

  • Melón.
  • Uvas.
  • Plátano.
  • Albaricoque.
  • Frutos secos.
  • Frutas deshidratadas.
  • Dátiles.
  • Uvas pasas. 
  • Aguacate. 

Por el contrario, las verduras con poco potasio, cuyo consumo se recomienda son: 

  • Soja germinada en conserva.
  • Judía verde en conserva.
  • Zanahoria en conserva.
  • Pepinillos en vinagre.
  • Lombarda.
  • Pepino. 
  • Pimiento verde. 
  • Palmito en conserva. 
  • Pimiento rojo.
  • Cebolla.
  • Maíz hervido en lata.

De forma ocasional se pueden consumir: 

  • Judía verde fresca y congelada 
  • Endivia.
  • Espárrago blanco en conserva.
  • Menestra de verduras en conserva.
  • Tomate pelado enlatado.
  • Calabacín.
  • Lechuga.
  • Tomate.
  • Puerro.
  • Berenjena.
  • Apio.
  • Espárrago.
  • Col repollo.
  • Cebollino.
  • Zanahoria.
  • Maíz. 
  • Alcachofa. 

Hay que evitar los alimentos ricos en fósforo, entre los que se encuentran:

  • La comida rápida. 
  • Salsas, como el kétchup.
  • Carne y pescados envasados.
  • Paté.
  • Tocino.
  • Queso para untar.
  • Bebidas carbonatadas. 
  • Agua con gas.
  • Frutos secos. 
  • Vísceras.
  • Productos integrales.
  • Cacao y chocolate. 
  • Pescados pequeños con espinas, como los boquerones y las sardinas.

Hay que prestar especial atención a los refrescos de cola que, según nuestro nutricionista, “están prohibidísimos, al igual que el chocolate”.

Es importante leer bien las etiquetas de los productos y no tomar los conservantes de la letra E, puesto que contienen fósforo oculto, son fosfatos que se absorben en el aparato digestivo. 

No obstante, hay que comentar que las nuevas recomendaciones de las guías tienden a que los pacientes en hemodiálisis tengan una vida un poco menos restrictiva que hasta ahora. Hay que seguir el plato saludable de Harvard, pudiendo mezclar los cuatro grupos de alimentos. Los pacientes renales tienen que saber comer y controlar la ingesta calórica porque hay bastante desnutrición. 

Pautas básicas de nutrición para las personas en hemodiálisisSi el paciente logra controlar bien su alimentación, se puede permitir ciertos “caprichos” que luego puede compensar.

Prepararse para la diálisis

El paciente con diálisis tiene que ser consciente de que la ingesta de agua durante los tratamientos es importante. 

Justo antes de entrar en diálisis hay que seguir una dieta pobre en proteínas. La recomendación general es antes 0,6 gramos; durante 1 o 1,2 gramos, y después 0,8 gramos de proteína por kilo al día. 

Asimismo, el nutricionista hace hincapié en que se debería llevar un registro de los líquidos. En este sentido, el control del peso es el chivato. La ingesta de agua tiene que ser controlada. 

Durante la hemodiálisis sí se puede comer (ahora no por el COVID-19) y  beber, pero no están recomendadas las bebidas isotónicas.