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Pautas para que los músicos mantengan los hombros y las escapulas en forma

Glaucoma y musicos de vientos en el hospital de manises

Antes de ponerse a tocar un instrumento musical hay que tener en cuenta una serie de ejercicios de tonificación para evitar sobrecargas y lesiones. Desde la Unidad de Medicina de la Música y las Artes Escénicas de nuestro Hospital, el fisioterapeuta José Dapena explica que los ejercicios para descender el hombro se realizan con el fin de compensar todos los movimientos que nos llevan a levantar el hombro y a llevarlo hacia delante.

Antes de realizar los ejercicios, es importante hacer un descenso previo de los hombros, con el fin de que partan de una posición relajada. Nuestros especialistas recomiendan hacerlos de pie siguiendo estas pautas.

  • Colocar una almohada entre el brazo (que estará a 90º) y el tronco. Hacer presión con el codo apretando la almohada durante unos 3-6 segundos. Para evitar que no haya movimiento, se puede sujetar la muñeca con la otra mano durante el ejercicio.
  • Colocar una goma a una altura levemente superior del codo. Situarse de lado, separado de una pared. Coger la goma y llevarla con el brazo recto hasta el cuerpo. Es muy importante no superar nuestro cuerpo.
  • Trabajo con pelotas de tamaño medio. Se pone una pelota encima de otra y se realiza una leve presión (sin agarrar la pelota) y se van deslizando las pelotas y haciendo círculos. Este ejercicio también se puede llevar a cabo con el dorso de la mano para ganar coordinación.

También es recomendable trabajar la estabilización de las escápulas. Para ello, “cogemos un palo por detrás de la espalda y despegamos levemente los brazos hacia detrás. Mantenemos unos segundos y volvemos a posición inicial”, explica José Dapena.

Hay que tener en cuenta que se puede hacer de forma simétrica o con varias variaciones. Estas son:

  • Tras separar un poco los brazos, vamos moviendo el palo de un lado a otro.
  • Hay que hacer los ejercicios separando más de un lado que de otro.
  • Ir variando con la apertura de los brazos. Es decir, se puede coger con las manos en posición normal y separar o juntar mucho las manos.
  • Se coge el palo por un extremo con un pequeño peso en la otra parte y se extiende un poco los brazos. Si en este ejercicio hay mucho dolor, hay que parar de hacerlo.

A la hora de tocar un instrumento, los ejercicios para dar movimiento a la escápula son de gran utilidad. La escápula del músico tiende a estar fija y no moverse por la parrilla costal. El objetivo del ejercicio es hacer que el músico perciba el movimiento que sufre la escápula por su espalda. Para ello, se tienen que hacer de forma controlada.

Nuestro fisioterapeuta señala que el paciente debe tumbarse en el suelo con las piernas flexionadas (para proteger las lumbares). En esta posición puede hacer estos dos ejercicios.

  • Cruzar los brazos a la altura del pecho. Una vez en esa posición, pedimos al paciente que lleve los brazos hacia arriba. Es decir, que haga como si quisiese tocar el techo con los antebrazos. Debe ir notando la separación de las escápulas. Este ejercicio lo puede hacer jugando con los grados de flexión de los hombros, más a la altura del ombligo, del pecho o de la cabeza.
  • El paciente coge una pelota entre las manos e intenta llevarla al techo. La idea es prácticamente igual que en el ejercicio anterior, pero jugando con la coordinación para que la pelota no caiga.

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