¿Sabes qué hacer ante la picadura de un insecto o de una medusa?
Cuando a un niño le pica un insecto, lo primero que tenemos que hacer es limpiar la zona de la picadura con agua y jabón y aplicar frío (hielo envuelto en un paño) durante al menos 15 minutos, varias veces a lo largo del día. “En algunas picaduras, como de abeja y avispas, puede quedar en la piel el aguijón y tendrá que ser extraído”, explica el Dr. Juan Carlos Jurado, especialista del Servicio de Pediatría del Hospital, quien añade que si tras la picadura aparecen manchas rosáceas por la piel que pican mucho, el niño vomita, tiene dolor abdominal, dificultad para respirar, ronquera, babea mucho, se encuentra mal o se le hincha la cara, hay que llevarle a un centro hospitalario para que le examinen.
La reacción local es la más frecuente ante la picadura de un insecto y se traduce en tener la piel roja, caliente, edematosa, con picor, etc; pero las reacciones alérgicas son poco frecuentes.
Hay que tener en cuenta que la morfología de la picadura depende del tipo de insecto que pique (mosquito común, abeja, araña…), pero el tratamiento inicial de las picaduras es el mismo.
Medusas
Una de las picaduras más temidas en los meses estivales es la de las medusas. Si esto sucede también hay que limpiar la herida con suero fisiológico frío para arrastrar restos de tegumentos y posteriormente sumergir el miembro afectado en agua caliente para desactivar toxinas termolábiles. Si hay dolor, nuestro pediatra recomienda tomar ibuprofeno oral.
Para distinguir si se trata de una reacción ante el veneno del insecto o medusa, o una reacción alérgica, el especialista señala que hay que prestar atención a los signos de alarma que hemos señalado anteriormente (manchas en la piel rosáceas que pican, vómitos, dolor abdominal, hinchazón en el rostro…). Si se sospecha que puede ser una alergia, hay que acudir lo antes posible a urgencias o a un centro sanitario para iniciar de forma inmediata el tratamiento, ya que si no se aplica la reacción puede llegar a ser grave.
