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Quemaduras solares

Todas las pieles necesitan protegerse del sol

 

La piel tiene memoria y va guardando todas las lesiones provocadas por el sol que va sufriendo a lo largo de su vida. Protegerse la piel de los rayos del sol es una inversión de futuro, que hay que hacerlo desde las primeras etapas de la vida. Así, para evitar las quemaduras solares, lo primero que hay que hacer es ponernos un buen factor de protección, como mínimo un 30, dependiendo de nuestro tipo de piel.

Hay que tener en cuenta que muchas veces la gente no está bien informada de cómo hay que ponerse la protección solar, porque se la ponen por la mañana y ya luego no vuelven a ponerse crema en todo el día.

Lo que hay que hacer es ponerse el factor de protección antes de exponerse al sol y volverse a poner crema cada dos horas o cada vez que se sale del agua. Muy importante, hay que evitar ponerse al sol en las horas principales del días; es decir, desde las 12 o 13 horas hasta las 16,00 horas que es cuando el sol “pega” más fuerte. Cuidado con los días nublados, porque los rayos  UVA traspasan las nubes y son dañinos para la piel.

Una vez que nos hemos quemado, la Dra. Lara González y la enfermera Ana Belda, del Centro de Salud Xiprerets de Manises, recomiendan poner una hidratante o un aftersun y si la quemadura es grande y se hace una ampolla hay que acudir al centro de salud para hacer una cura. Éstas se tendrán que repetir a lo largo de unos días y es importante que se sigan tal y como las prescribe el especialista.

La memoria de la piel

Como hemos dicho antes, la piel tiene memoria y todas las lesiones que se van produciendo a lo largo de los veranos luego pasan factura en forma de cáncer de piel o lesiones importantes. Por eso, “es muy importante protegernos. La protección la necesita todo el mundo, morenos y más claros. Es cierto que las personas que tienen la piel más blanca debe protegerse más, porque están más expuesta y se queman más”.

Una cosa con la que tenemos que tener mucho cuidado son con las siestas al sol. “Hay que evitar quedarse dormidos en la playa o en la piscina para evitar quemaduras por una exposición excesiva al sol”.

Y es que las quemaduras pueden ir desde un pequeño enrojecimiento en la piel, que se trata con una hidratante, hasta un eritema o ampollas, en los que hay que aplicar alguna pomada específica. “Si es leve, con un hidratación en casa vale, pero si son grandes hay que ir al médico, porque son quemaduras que duelen y se pueden infectar. Para que esto no ocurra, hay que hacer un seguimiento de curas porque tardan mucho en cicatrizar”, comentan nuestras expertas.