“Se ha dado un golpe en la cabeza”: Traumatismo craneoencefálico, consejos para madres y padres
El traumatismo craneoencefálico o golpe en la cabeza, es un motivo frecuente de consulta en urgencias pediátricas. Los despistes con los niños pequeños (caídas desde el cambiador, carro, cama) o las travesuras de los niños mayores (subirse a muros, arboles, correr sin mirar) son los motivos típicos.
La mayoría de los traumatismos en la cabeza son leves y no producen daños. Con golpes mínimos es muy raro que se produzcan lesiones. Hay que tener más cuidado con los niños menores de 1 año, pues son lo que con más frecuencia presentan fracturas craneales ante traumatismo de mayor intensidad.
En la mayoría de los casos no es necesario realizar ninguna radiografía ni un TAC craneal.
¿CUÁNDO DEBE CONSULTAR EN UN SERVICIO DE URGENCIAS?
– Si el niño vomita tras 2 horas del traumatismo, ya que los vómitos en los minutos posteriores tras el golpe no son preocupantes
-Caída de más de un metro de altura en menores de 1 año; y más de metro y medio de altura en mayores de 1 año.
-Si tras el golpe, ha perdido la conciencia.
– Si presenta dolor de cabeza muy intenso o progresivo.
– Si “no lo ves bien”: confuso, somnoliento, irritable o cuesta mucho despertarle.
– Si el niño comienza con movimientos anormales, debilidad u hormigueo de extremidades, tiene dificultad para caminar, habla o ve mal o tiene las pupilas de diferente tamaño.
– Si observa salida de líquido claro o sangre por la nariz o los oídos.
¿QUÉ DEBE HACER EN CASA?
– Observe al niño durante las 24 horas siguientes por si aparece algún problema, de los descritos anteriormente. Manténgalo en un ambiente tranquilo bajo la supervisión de un adulto.
– Si el niño tiene sueño puede dejarle dormir, pero despertándole cada tres horas, aproximadamente, para observar sus reacciones
– Si presenta dolor de cabeza leve puede tomar paracetamol o ibuprofeno a dosis habituales.
– A las 24 horas del traumatismo, se puede reiniciar el ritmo normal de vida.
PREVECIÓN, LO MÁS IMPORTANTE
Lo primero de todo, es la prevención. No dejar a los lactantes en camas o cambiadores sin la sujeción permanente de un adulto, no dejar a los niños pequeños solos sin la supervisión de un adulto, fijarlos a los dispositivos de seguridad en sillas y tronas; son medidas fáciles a tener en cuenta.
Y siempre, para cualquier duda tras un traumatismo craneoencefálico, en nuestro servicio de urgencias estaremos encantados de valorar al niño y responder a vuestras dudas.
Juan Carlos Jurado Portero
Especialista en Urgencias pediátricas