Los miomas uterinos consisten en tumores benignos que se forman en la pared muscular del útero.
Estos miomas se originan de las células de músculo liso que existen en el miometrio o pared del útero y se suelen dividir en tres categorías; subserosos, intramulares y submucosos.
Se trata de una patología que, en un número de casos muy reducido, presenta malignidad, por lo que se trata de tumoraciones que, generalmente, no son cancerosas. Además, es la tumoración benigna más frecuente en la mujer, con un porcentaje cercano al 70%. Sin embargo, la mayoría de pacientes no presenta síntomas y lo habitual es que aparezcan varios miomas en la misma paciente.
Causas de los miomas uterinos
Actualmente, las causas de los miomas uterinos es desconocida, aunque se considera que su aparición está muy relacionada con factores genéticos y hereditarios.
Estas tumoraciones uterinas benignas pueden responder y ser dependientes a las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. Por lo que, con el aumento de estas hormonas, los miomas pueden crecer y desarrollarse.
En el periodo de la menopausia, estas hormonas desaparecen y, como consecuencia, los miomas suelen parar su crecimiento e incluso reducir su tamaño.
Síntomas de los miomas uterinos
En muchas ocasiones, los miomas uterinos pueden no presentar ningún tipo de sintomatología. Por el contrario, aproximadamente un tercio de las mujeres que desarrolla esta patología sí que percibe algunos síntomas, que variarán según sea el tamaño y la localización de los mismos. Los síntomas de miomas más frecuentes son:
- Hemorragia uterina anormal y aumento y duración del sangrado menstrual.
- Presión y dolor en la pelvis o abdomen bajo.
- Compresión intestinal y dificultad en la defecación.
- Síntomas urinarios provocados por la presión en la vejiga.
Tratamiento de los miomas uterinos
Una vez diagnosticado el mioma, es necesario llevar a cabo un tratamiento si la paciente siente molestias o dolor.
Para ello, es fundamental tener en cuenta que todos los miomas no son iguales, por lo que, a la hora de intervenirlos hay que fijarse en su localización ya que en función de esta se llevará a cabo un procedimiento u otro.
Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que mientras haya útero, pueden volver a aparecer los miomas. Además, la doctora Neus Roig señala que no se puede hacer una detección precoz, ya que hasta que no aparecen por ecografía no se puede saber si una mujer tendrá o no miomas uterinos.
A la hora de establecer un tratamiento es importante saber que los analgésicos no influyen en los miomas; es más, nuestra ginecóloga comenta que se suelen pautar en caso de dolor sin ningún problema. “El mioma no sufre cambios de tamaño si se toman analgésicos, y no enmascaran el diagnóstico”.
Tampoco hay un aumento de la automedicación por parte de las mujeres, ya que en líneas generales el dolor no es el síntoma más importante de los miomas uterinos.
Tratamiento del mioma asintomático
En el caso de los miomas asintomáticos, que son una gran mayoría, generalmente no se tratan.
En caso de precisar tratamiento, hay diferentes medicamentos en función de los síntomas que produzcan, por lo que el tratamiento es individualizado y consensuado con cada paciente.
Según indica la doctora Neus Roig, del Servicio de Ginecología del Hospital de Manises, hay tratamientos hormonales, no hormonales, embolización de arterias uterinas por parte de radiología intervencionista, histeroscopia… y, por último, el tratamiento quirúrgico, con o sin conservación del útero, por laparoscopia o por laparotomía, según cada caso concreto, siempre buscando el menor riesgo quirúrgico.
Si el mioma es asintomático, no precisa más controles, pero en el caso de que produzca síntomas, el seguimiento es en función de estos síntomas y el tratamiento que se le aplique. En algunos casos, puede llegar hasta 3 años.
Ante cualquier duda o consulta, en Hospital de Manises estaremos encantados de atenderte y acercarte las soluciones que mejor se adapten a tus necesidades. ¡Contacta con nosotros!
