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Prevención y tratamiento de la gripe

analgésico antipirético antitusígeno descongestionante

¿Cuál es el mejor medicamento para la gripe? La elección de un determinado medicamento para el tratamiento de la gripe dependerá del caso, considerando la variabilidad de los síntomas del proceso en cada paciente y la existencia de otros factores (enfermedades, edad, etc.) concomitantes.

La Dra. Lara González García, médico de Atención Primaria del Centro de Salud de Manises, explica que los cuadros víricos respiratorios representan un alto porcentaje de la consulta en la oficina de farmacia. “El papel del farmacéutico en la orientación del paciente es fundamental. Se tiene que evitar la automedicación y la utilización masiva de antibióticos en el tratamiento de estos cuadros. Los antibióticos no son activos frente a los virus, sólo se indican en casos de complicaciones bacterianas secundarias y los tienen que prescribir el médico”.

Tratamiento de la gripe: ¿Qué fármacos son eficaces?

Entre los fármacos que se utilizan en el tratamiento de la gripe y del resfriado podemos diferenciar:

Analgésicos/antipiréticos

Se emplean para aliviar la fiebre, el dolor de garganta, de cabeza y el malestar general. Los más utilizados son el ácido acetilsalicílico (aspirina), paracetamol, ibuprofeno

Descongestionantes

Como su nombre indica, se utilizan para la congestión nasal. Actúan produciendo una vasoconstricción en la mucosa nasal que se traduce en una descongestión.

Los fármacos descongestionantes se utilizan vía tópica (gotas, nebulizador, gel), y así se disminuye la incidencia de los efectos secundarios sistémicos y se acelera su efecto. Ahora bien, hay que tener mucho cuidado porque “se puede producir un efecto rebote (rinitis medicamentosa) en usos prolongados. Por tanto, se aconseja un empleo máximo de 3-4 días”, puntualiza nuestra médico de Atención Primaria. 

Otra posibilidad frente a la congestión nasal es la utilización de solución fisiológica compuesta de cloruro sódico (0,9%) o los preparados de agua de mar.

Antihistamínicos

Su administración está aconsejada en las personas a las que el resfriado produce congestión nasal, lagrimeo y estornudos. Estos fármacos evitan que se liberen sustancias de las células que aumentan la inflamación en las vías respiratorias.

Antitusivos

La tos es uno de los síntomas más típicos del resfriado. La humedad (ambiental o por ingestión de líquidos) es fundamental en el control de la tos. Los antitusivos se recomiendan si la tos es improductiva (no produce moco), interfiere en el sueño, impide el descanso e irrita las vías respiratorias. La Dra. Lara Gónzález recuerda que este tipo de tos es más propia de la gripe que del resfriado.

En el caso de la tos productiva, únicamente se aconseja eliminarla cuando puede interferir en la vida normal e impide descansar, “porque la tos productiva ayuda a expulsar las secreciones bronquiales y a resolver el cuadro respiratorio. Para eso, se emplean mayoritariamente el dextrometorfano y la codeína. El primero es de elección, ya que es tan eficaz como la codeína, pero carece de los efectos sedantes, analgésicos y adictivos de ésta”.

Antiinfecciosos faríngeos y anestésicos locales

Este medicamento efectivo para la gripe no se utiliza si no hay infecciones bacterianas secundarias a la afección vírica. Los anestésicos locales intentan eliminar el dolor o disminuirlo, desensibilizando, de forma temporal, los nervios sensitivos faríngeos.

Mucolíticos y expectorantes

Los mucolíticos actúan disminuyendo la viscosidad de la secreción mucosa bronquial, lo que facilita su expulsión. Los expectorantes incrementan el volumen de las secreciones bronquiales y estimulan los mecanismos para su eliminación mediante deglución o expulsión. No hay una evidencia clara sobre la eficacia clínica de estos productos, y los que más se emplean son cloruro amónico, carbocisteina, acetilcisteina, guaifenesina, brohmhexina y ambroxol.

Antigripales

Nuestra experta no recomienda la utilización de combinaciones de fármacos a dosis fijas, ya que se ha comprobado que es mejor adecuar el tratamiento con el abanico de principios activos disponibles a las características de cada paciente.

En la mayoría de los llamados antigripales descongestionantes, uno o varios de los componentes están infradosificados. Aun así, en el mercado hay distintas asociaciones, como analgésico o antipirético con descongestionante nasal, analgésico-antipirético con antihistamínico, analgésico-antipirético con antihistamínico y descongestionante nasal, y algunos de estos combinados añaden también mucolíticos, broncodilatadores, antitusígenos, vitamina C o cafeína.

Por su parte, los antihistamínico para la tos son los más comunes como tratamiento de la gripe.

tratamiento gripe

Con respecto a las terapias alternativas para el tratamiento de la gripe, la Dra. Lara González recuerda que el uso de vitamina C en distintos preparados es discutida, ya que no ha demostrado tener un efecto preventivo ni curativo. Lo que sí que se sabe es que la cafeína potencia los efectos analgésicos del ácido acetilsalicílico en determinadas dosis, pero hay que tener cuidado porque su actividad estimulante nerviosa puede contrarrestar el efecto de somnolencia de los antihistamínicos. 

Ojo con los antibióticos para el tratamiento de la gripe

Para ninguna de las dos manifestaciones se usan antibióticos, aunque hay casos en los que una persona comienza con una gripe o catarro común y termina con anginas, bronquitis o neumonía.

Los mayores, por ejemplo, tienen una mayor predisposición a padecer neumonías o bronconeumonías posteriores a procesos gripales, porque no expectoran bien, su aparato respiratorio no funciona como antes y no logra expulsar todas las secreciones que acumula el catarro. Esto conlleva la aparición de infecciones y la complicación de los procesos. En estos casos sí que estaría indicado el uso de antibióticos, pero siempre bajo prescripción médica.

Para qué sirve analgésico antipirético antitusígeno descongestionante

Un analgésico antipirético antitusígeno descongestionante es un medicamento que combina cuatro propiedades fundamentales para tratar síntomas específicos asociados con diversas afecciones respiratorias y febriles. A continuación, se detallan las funciones de cada componente:

  1. Analgésico: Esta propiedad se refiere a la capacidad del medicamento para aliviar el dolor. Los analgésicos actúan bloqueando las señales de dolor en el sistema nervioso central o periférico, brindando alivio a dolores asociados con la fiebre, el malestar general o molestias específicas.
  2. Antipirético: Un antipirético es un medicamento diseñado para reducir la fiebre. Al inhibir ciertas sustancias químicas en el cuerpo que regulan la temperatura, estos fármacos ayudan a normalizar la fiebre, lo que es especialmente útil en situaciones de infecciones y procesos inflamatorios.
  3. Antitusígeno: La propiedad antitusígena de estos medicamentos se centra en suprimir la tos. Reducen la irritación en las vías respiratorias y disminuyen el reflejo de la tos, proporcionando alivio a quienes sufren de tos persistente, especialmente durante infecciones respiratorias.
  4. Descongestionante: Los descongestionantes están destinados a aliviar la congestión nasal, que es común en resfriados y alergias. Estos medicamentos actúan reduciendo la inflamación de los vasos sanguíneos nasales, permitiendo un flujo de aire más libre a través de las vías respiratorias y aliviando la sensación de congestión.

En definitiva, un medicamento que combine estas cuatro propiedades busca proporcionar un alivio integral para síntomas como el dolor, la fiebre, la tos y la congestión nasal, brindando a los pacientes un tratamiento más completo y efectivo para ciertas condiciones respiratorias y febriles. Sin embargo, es crucial seguir las indicaciones médicas y no exceder las dosis recomendadas, ya que el uso inapropiado o excesivo de estos medicamentos puede tener efectos secundarios no deseados.

tratamiento gripe

¿Cuál es el mejor medicamento para la gripe?

En conclusión, el mejor medicamento para la gripe suele involucrar una combinación de medicamentos destinados a aliviar los síntomas.

Para reducir la fiebre y aliviar el dolor, se utilizan antipiréticos y analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno. Los descongestionantes, como la pseudoefedrina, ayudan a aliviar la congestión nasal, mientras que los antitusígenos, como el dextrometorfano, pueden suprimir la tos seca.

En casos más graves o en personas con mayor riesgo de complicaciones, se pueden recetar antivirales como el oseltamivir para acortar la duración y la gravedad de la enfermedad si se toman temprano en el curso de la gripe.

Es fundamental destacar que la automedicación debe hacerse con precaución, y se recomienda buscar orientación médica antes de tomar cualquier medicamento, especialmente si existen condiciones médicas preexistentes o si se toman otros medicamentos. Además de los medicamentos, descansar adecuadamente, mantenerse bien hidratado y consultar a un profesional de la salud son parte integral del manejo de la gripe.

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