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La lactancia tras pasar la COVID-19 es segura

La infección por COVID-19 materna no supone un cambio en las recomendaciones generales sobre la lactancia; es decir, lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida del bebé y posteriormente complementada con otros alimentos durante el tiempo que la madre y el bebé deseen, explica la Dra. Blanca Garrido García, pediatra de la Unidad Neonatal y de Cuidados Intermedios Pediátricos del Hospital de Manises.

Lo que sí que puede ser un condicionante para la lactancia es la afectación clínica de la madre con COVID-19, ya que si presenta una clínica grave puede estar físicamente incapacitada para amamantar de forma directa, existiendo la alternativa de la lactancia materna diferida (extracción de leche materna y posterior administración al bebé).

Medidas de higiene durante la lactancia

Nuestra pediatra insiste en que la infección por coronavirus de la madre no es una contraindicación para la lactancia materna, siempre y cuando la madre se encuentre físicamente en condiciones de amamantar.

Eso sí, se deben mantener medidas de higiene durante el amamantamiento, como el lavado de manos y el uso materno de mascarilla durante la toma, delegando el resto de cuidados y contacto con el bebé a una tercera persona no afectada por la infección, siempre que esto último sea posible.

Si la madre no se encuentra físicamente bien para amamantar de forma directa, existe la posibilidad de realizarse extracción de leche manual o con sacaleches y que esta leche sea ofrecida a su bebé por otra persona. La leche extraída de madres con COVID no necesita ningún procesado especial para administrarse al bebé, simplemente se deben seguir medidas de higiene durante su extracción (lavado de manos y del material al usar, uso de mascarilla durante la extracción y conservación adecuada de la leche extraída).

COVID-19 y seguimiento de las madres lactantes

La Dra. Blanca Garrido García recuerda que las madres lactantes deben acogerse a los mismos supuestos contemplados para la realización de pruebas en la población general, es decir, en presencia de clínica compatible con COVID-19, antes de un ingreso hospitalario o si han sido contacto estrecho de algún caso conocido. No se recomienda ningún cribado especial únicamente por el hecho de ser madre lactante. Si la madre lactante debe hacerse una prueba de COVID-19 porque tiene clínica compatible o por contacto estrecho con algún caso positivo, debería seguir las medidas de higiene con respecto a su bebé hasta tener el resultado:

  • Lavado de manos.
  • Uso de mascarilla.
  • Mantener distancia con el bebé fuera de las tomas.
  • Delegar si es posible el resto de los cuidados del bebé a una tercera persona que no haya sido contacto ni tenga clínica compatible con COVID-19.

Transmisión de anticuerpos de la madre al bebé

En el momento actual no existen estudios científicos que demuestren que los anticuerpos generados por una madre que ha pasado la infección por coronavirus pasen a su hijo a través de la lactancia, pero es lógico pensar que, si se ha pasado la infección por COVID-19 y se han generado anticuerpos, éstos pueden pasar a la leche materna y, por tanto, al bebé al igual que ocurre con los anticuerpos generados tras otras infecciones.

Tal y como destaca la pediatra, si esto es así, dar de mamar podría otorgar un grado variable de protección al bebé frente a la infección por COVID-19.

Vacuna frente a la COVID-19

Con respecto a la vacuna, hay más dudas, ya que no se han incluido a madres lactantes en los ensayos clínicos de las vacunas frente a la COVID-19. Desde el inicio de la vacunación hemos asistido a polémicas y a incertidumbre con respecto a la administración de la vacuna a madres lactantes.

No obstante, hay que tener en cuenta que las vacunas de virus atenuados e inactivados frente a otras enfermedades son compatibles con la lactancia y su administración es segura tanto para la madre como para el bebé. Por eso, nuestra especialista comenta que aplicando el sentido común, “es lógico pensar que las vacunas actuales contra la COVID-19, ninguna de las cuales contiene virus vivos, son seguras para la madre lactante y su bebé.

El posicionamiento al respecto de las sociedades científicas, entre ellas la IHAN, es claro: la administración de las vacunas contra la COVID-19 es segura  y compatible con la lactancia y no existe indicación de suprimir ni restringir la lactancia por la vacunación.

Miedos ante el contagio

Cuando una gestante que va a dar a luz o una madre con un bebé lactante se contagia de COVID-19 se genera una situación de mucha incertidumbre para ellas, que se materializa en miedos, sobre todo en dos aspectos:

  • Cómo les afectará la infección, con miedo a tener una forma grave de COVID-19 o incluso a morir. Miedo a que su bebé sea separado de ellas.
  • Miedo a contagiar la infección a su bebé y que éste tenga problemas derivados de la infección.

Una vez pasada la fase inicial de la infección, durante el curso de la COVID-19 y cuando ésta ya se ha superado, los miedos vienen condicionados por las posibles manifestaciones clínicas y secuelas que la madre pueda tener.

Muchas personas refieren cansancio importante tras la infección, cefalea, sensación de pérdida de memoria… Estas circunstancias pueden hacer que la madre lactante tras la COVID-19 se sienta débil e incluso incapaz de hacerse cargo de los cuidados de su bebé. “Es importantísimo que estas madres reciban apoyo de su entorno familiar, así como por parte de los profesionales sanitarios”.

Recomendaciones para madres lactantes

Ante una posible infección por coronavirus, nuestra pediatra ofrece una serie de recomendaciones:

  • Debemos tranquilizarlas con el hecho de que no se va a separar a su bebé de ellas ni se va a contraindicar la lactancia materna salvo que la situación de la madre o del bebé lo requiera.
  • La mayoría de las personas jóvenes y sin problemas previos no suele tener cuadros graves de infección. Con respecto a los bebés, la incidencia de casos graves de COVID-19en la edad pediátrica es muy baja. La mayoría de los bebés contagiados por contacto con sus madres infectadas pasarán la infección de forma asintomática o con síntomas leves.
  • Durante su estancia en el hospital y de forma ambulatoria, tanto a las madres como a los bebés se les hará un seguimiento estrecho para detectar y tratar de forma precoz las posibles complicaciones que pudieran aparecer, hasta considerar que se ha superado la infección.
  • Es importante que la madre con COVID-19 tenga un apoyo familiar y socio-sanitario adecuado, que le ayude a vencer sus miedos, a recuperarse y a proporcionar los cuidados necesarios a su bebé.