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La Angiología y Cirugía Vascular es la especialidad que trata las enfermedades relacionadas con las arterias, las venas y los linfáticos. En el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular ponemos a tu disposición las técnicas más avanzadas de diagnóstico y tratamiento para estas patologías.
Nuestras consultas están equipadas con ecógrafos que nos permiten hacer un diagnóstico en el mismo momento de la visita, así se facilita la planificación del tratamiento que mejor se adapta a tus necesidades sin necesidad de nuevas demoras. Además, nuestro Hospital está equipado con tecnología avanzada en diagnóstico por imagen para completar la ecografía en los casos en los que esté indicado.
Somos especialistas en tratamiento endovenoso de la insuficiencia venosa crónica (endoláser, microespuma,…) así como en el tratamiento endovascular de las arterias de los miembros inferiores en los pacientes con úlceras de miembros inferiores. Pero también, en la claudicación intermitente, en los aneurismas de aorta o en la patología carotídea.
La claudicación intermitente es una enfermedad que provoca que te tengas que parar al caminar por dolor en las piernas, puede haber otras causas, pero frecuentemente se trata de una estrechez o una obstrucción en tus arterias.
Su diagnóstico es importante para proteger las arterias de otras partes del cuerpo de esas obstrucciones mediante el control de factores de riesgo cardiovascular (azúcar, tensión, colesterol, tabaco,…)
El entrenamiento es el otro pilar de su tratamiento, ya que te permitirá mejorar la distancia a la que tienes que parar. Tenemos programas de entrenamiento específicos para ello.
Excepcionalmente podemos reparar esas arterias mediante cateterismos o cirugía, pero no suele ser necesario.
Las úlceras en las piernas son heridas que no cicatrizan porque hay un problema, generalmente en arterias o venas, que impide su cicatrización. Si las padeces o alguien de tu entorno las padece, sabes que son un problema que afecta de forma importante a la calidad de vida.
Un diagnóstico preciso de ese problema, arterial o venoso, nos permitirá acelerar su cicatrización y prevenir que vuelvan a aparecer.
Principalmente diferenciamos cuatro grandes grupos:
Los pacientes con enfermedad del riñón pueden necesitar realizar diálisis. En caso de optar por la hemodiálisis, necesitan un acceso para la misma. Existen distintos tipos de accesos:
En nuestro Servicio ofrecemos todos los tipos de acceso y siempre realizados por el mismo equipo, eso nos permite optar por el más conveniente en cada caso.
Desarrollamos nuestra actividad en estrecha colaboración con el Servicio de Nefrología, conjuntamente detectamos de forma precoz los problemas que van surgiendo con el uso de los accesos. En caso de necesitarlo realizamos tratamientos percutáneos (angioplastias y stents) y reconstrucciones del acceso para alargar su vida útil.
Los aneurismas son dilataciones de las arterias que se pueden dar en distintas localizaciones. Los aneurismas de aorta abdominal son los más frecuentes. Son un problema que se suele diagnosticar por casualidad ya que no dan síntomas. El problema surge cuando crecen, dado que pueden romperse provocando una hemorragia interna grave y letal en muchos casos
Existe un amplio consenso para considerar el tratamiento preventivo de estos aneurismas cuando miden más de 5,5 cm de diámetro para prevenir la rotura en pacientes sin problemas graves de salud asociados.
Los tipos de tratamiento que podemos hacer en estos casos son dos en función de las características del aneurisma y del paciente:
En la consulta valoraremos tu caso de forma individualizada para valorar cuál es la técnica más adecuada.
Las arterias carótidas son de gran importancia porque son las encargadas de nutrir una gran parte del cerebro. Por lo que su afectación puede conducir a la aparición de ictus o infartos cerebrales por falta de irrigación.
Muchas veces nos encontramos con placas de ateroma que condicionan estrecheces en estas arterias a nivel del cuello. Estas placas pueden haber producido ya un ictus (sintomáticas) o no haberlo hecho (asintomáticas)
Mientras en los casos en los que se ha producido un ictus la indicación de tratarlas mediante cirugía o cateterismo debe ser rápida si son significativas, en el caso de las que no han producido ictus debemos hacer una valoración individualizada del riesgo beneficio de tratarlas. No obstante, en todos los casos debemos incorporar tratamientos médicos de prevención que van a disminuir el riesgo de aparición de un ictus.
Las malformaciones arteriovenosas son alteraciones de la circulación de carácter congénito, en la mayor parte de los casos tras el diagnóstico se recomienda observación de las mismas. En algunos casos, si crecen, afectan a estructuras profundas o generan síntomas, se pueden tratar bien mediante procedimientos de esclerosis o embolización, bien mediante cirugía.
El Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital de Manises está compuesto por un amplio equipo de especialistas ampliamente cualificados con el objetivo de dar la mejor atención al paciente.
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