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El Hospital de Mislata ofrece consejos dietéticos y de actuación para tratar a enfermos con dificultad para tragar

¿Cómo actuar cuando un enfermo a
nuestro cargo sufre un atragantamiento? ¿Qué alimentos son más
digeribles? ¿Qué hacer para que coma mejor?
    • En contra de la creencia popular, dar de comer con pajita o administrar agua si se sufre atragantamiento está totalmente contraindicado en este tipo de pacientes
    • Evitar fruta que desprenda líquido y alimentos pegajosos y fibrosos, otra recomendación

¿Cómo actuar cuando un enfermo a nuestro cargo sufre un atragantamiento? ¿Qué alimentos son más digeribles? ¿Qué hacer para que coma mejor? Estas son algunas de las preguntas que día a día se formulan cuidadores no profesionales con dependientes a su cargo. Y es que la ‘disfagia’ o dificultad para tragar es un problema que, en ocasiones, puede tener consecuencias trágicas si se produce un atragantamiento.

Este ha sido uno de los problemas que se ha abordado hoy en el ciclo de charlas gratuitas que el Hospital de Crónicos de Mislata, dependiente del área de salud de Manises, está ofreciendo para cuidadores no profesionales. “Una persona sin formación con un enfermo a su cargo se enfrenta día a día a situaciones de este tipo y muchas veces no sabe cómo actuar, por eso hemos celebrado esta conferencia gratuita que pretende aportar consejos y herramientas útiles en el cuidado diario”, explica Raquel Valera, supervisora del centro.

La charla ha sido impartida por Isabel Ferrer, supervisora de nutrición y dietética del Hospital Pare Jofre de Valencia quien ha explicado que la disfagia no es una enfermedad sino un síntoma ocasionado por otras enfermedades como la demencia, el ictus o incluso el Parkinson. Se trata de algo muy común, sobre todo en pacientes mayores, por eso, “lo importante en este tipo de pacientes es detectarla para poder actuar rápidamente ante situaciones difíciles”, ha explicado Ferrer.

Por ejemplo, ante un atragantamiento, en cuyo caso el cuidador no debe darle agua al paciente, en contra de la creencia popular. “Cuando ocurra una situación de alarma por atragantamiento es importante no dar de beber agua al paciente. Debemos intentar forzar la tos e indicar al familiar o paciente que debe intentar tragar varias veces con fuerza para movilizar la comida”, señala Raquel Valera.

Ocurre lo mismo con el uso de jeringas o pajitas. “En contra de lo que puede pensar mucha gente está contraindicado en personas con problemas de deglución, ya que aumenta el riesgo de aspiración. Es mucho mejor dar de comer al enfermo con cucharillas pequeñas”, aclara la supervisora del hospital.

Alimentos ‘seguros’

Por eso, para ayudar a los cuidadores en la alimentación de estos enfermos se han expuesto durante la charla consejos dietéticos muy útiles en estos casos. En este sentido, evitar alimentos secos o pegajosos, frutas que, por ejemplo, desprendan líquido al masticarse, como la sandía o la pera, o alimentos fibrosos están contraindicados para las personas con disfagia. La consistencia del alimento debe ser suave y uniforme.

En la charla también se han aportado consejos para el momento de la alimentación, como evitar distracciones, en una postura erguida, no hablar al paciente mientras está comiendo o vigilar el estado de la dentadura y demás prótesis. “Otro pequeño truco es realizar varias comidas al día en pequeñas cantidades. La duración de las comidas no debe extenderse más allá de los 30 minutos”, destaca la supervisora del Hospital de Crónicos.

Cómo detectar la ‘disfagia’

Por último, Isabel Ferrer ha dado consejos sobre cómo identificar que la persona dependiente presenta un problema de disfagia. Aunque existen pruebas diagnósticas como el test de deglución que detectan el problema, “los primeros síntomas de alarma saltan en el hogar, de ahí la importancia de conocerlos”, explica Ferrer. Así, señales como la tos antes o después de tragar, cambios en la voz, pérdida de peso, rechazo a algunos alimentos o bebidas o la necesidad de realizar varias degluciones están detrás de este problema. Y es que, las consecuencias para el enfermo si no se detecta a tiempo pasan desde la deshidratación y desnutrición, hasta la neumonía o el atragantamiento.