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El reto de combatir el verano durante la lactancia

  • El Hospital de Manises ofrece una guía completa sobre lactancia para madres y padres

 

  • En época estival, la madre lactante debe estar atenta a su hidratación a la hora de dar el pecho al bebé, ya que su demanda aumenta

 

  • La leche materna tiene un porcentaje de agua del 85%, todo lo que necesita el bebé para su hidratación en sus primeros meses de vida

 

  • Para guardar la leche, es recomendable refrigerarla si no se va a usar en la hora siguiente a su extracción y congelarla en envases de uso alimentario si no se va a usar en unas 24-48 horas aproximadamente

Llegan los días más calurosos del año con temperaturas muy altas y zonas con mucha humedad por lo que nuestro cuerpo para compensar este aumento segrega sudor para regular la temperatura corporal lo que nos hace perder líquidos. Por ello, tenemos que estar atentos y mantener una buena hidratación para que nuestro organismo funcione correctamente. Y es que el principal componente de nuestro cuerpo es el agua. Al igual que pasa en los adultos, los bebés también tienen más sed y aumenta su demanda de leche materna para compensar la pérdida de líquido por el calor. Especialistas de la Comisión de Lactancia del Hospital de Manises ofrecen unas pautas sobre cómo actuar en estos meses estivales para amamantar a los bebés.

Así, durante los días de más calor, la correcta nutrición del bebé pasa por una buena hidratación de la madre lactante, por lo que debe estar muy atenta a la sensación de sed y debe hidratarse de forma frecuente, mantener una alimentación saludable, rica en productos frescos y de temporada, con una oferta variada en todo tipo de alimentos.

“Al igual que la madre lactante, la mayoría de los bebés aumentan su demanda de pecho en los meses estivales, por lo que hay que estar atentos a su sed, ofreciéndoles el pecho con mayor frecuencia y a demanda, sin excepciones, siempre que el bebé lo requiera y acortando el tiempo entre las tomas”, afirman desde la Comisión de Lactancia del hospital público valenciano. Hay que tener en cuenta que el metabolismo de los bebés es más rápido que el de los adultos por lo que pueden tener mayor riesgo de deshidratación.

Un bebé bien hidratado, está activo, contento, con las mucosas húmedas, con la piel turgente y realiza orina clara y en cantidad normal. Por otra parte, la hipoactividad o irritabilidad, sensación de sequedad en piel y mucosas, disminución de la cantidad de orina, que además suele ser de color más intenso y olor más fuerte, son signos de deshidratación.

 

¿Agua al bebé?

Otras de las dudas que nos puede surgir durante las horas de más calor, es si podemos darle agua al recién nacido. Las profesionales en ginecología de esta comisión destacan que “la leche materna tiene un porcentaje de agua de aproximadamente un 85%”, por ese motivo el bebé que se alimenta de la leche materna no necesita ningún aporte de agua extra. “Cuando se inicia la alimentación complementaria, sí que se recomienda ofrecer agua a los bebés tras la ingesta de alimento diferentes a la leche”, afirman.

 

Posturas más cómodas

Para favorecer un buen clima y unión entre el bebé y la madre durante la lactancia, existen diferentes posturas que se pueden adoptar para evitar la sudoración entre ambos como dar el pecho recostada con el bebé al lado o ponerlo en posición de “balón de rugby”, con el bebé apoyado sobre un cojín para amamantar sin un contacto estrecho y pueden resultar mucho más cómodas en días de mucho calor. Es muy importante que las tomas se produzcan en lugares frescos y a la sombra, pero evitando que el bebé reciba de forma directa el aire acondicionado o el flujo del ventilador.

 

Conservar la leche, preservar la hidratación 

Para guardar la leche materna, es recomendable refrigerarla si no se va a usar en la hora siguiente a su extracción y congelarla en envases de uso alimentario si no se va a usar en unas 24-48 horas aproximadamente. Las expertas del Hospital de Manises aconsejan congelar la leche materna en envases pequeños (máximo 120-150 ml) para poder descongelar de forma gradual según se necesite para cada toma, evitando desperdiciar leche materna. Una vez que la leche se ha descongelado, lo recomendable es que se parte a la zona de refrigeración de la nevera, se debe desechar si no se usa en el margen de tiempo de unas dos horas aproximadamente.

 

Beneficios de la lactancia natural

La leche materna es el mejor alimento infantil que existe ya que es el más equilibrado y contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del recién nacido. También tiene beneficios para su sistema inmunológico y su salud a largo plazo. A la mamá, además, dar el pecho le ayuda a recuperarse tras el parto y a descansar mejor (la hormona prolactina que estimula la producción de leche tiene un efecto relajante) y potencia el vínculo emocional entre ambos. Además, la lactancia materna “también reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas más adelante en la vida, tales como la obesidad, el colesterol alto, la presión arterial alta, la diabetes, el asma y las leucemias infantiles”, destaca un informe de UNICEF.

 

Guía sobre la lactancia

La Organización Mundial de la Salud, OMS, ofrece una serie de recomendaciones sobre la lactancia: “Inicio de la lactancia materna durante la primera hora después del nacimiento; lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses; y lactancia materna continuada durante dos años o más, junto con una alimentación complementaria segura, adecuada desde el punto de vista nutritivo y apropiada para la edad, a partir del sexto mes”.

En esta línea, el Hospital de Manises, dispone de una guía para papás y mamás de recién nacidos con consejos útiles, sugerencias y recomendaciones sobre la lactancia materna. Esta guía recoge consejos útiles para dar el pecho, explica las vitaminas y nutrientes que puede aportar la lactancia a los recién nacidos, recomendaciones para cuidar el pecho o las mejores posiciones para amamantar. Además, también se informa sobre las posibles dificultades que se pueden encontrar durante la lactancia como la mastitis o la escasa producción de leche.

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El reto de combatir el verano durante la lactancia

  • El Hospital de Manises ofrece una guía completa sobre lactancia para madres y padres

 

  • En época estival, la madre lactante debe estar atenta a su hidratación a la hora de dar el pecho al bebé, ya que su demanda aumenta

 

  • La leche materna tiene un porcentaje de agua del 85%, todo lo que necesita el bebé para su hidratación en sus primeros meses de vida

 

  • Para guardar la leche, es recomendable refrigerarla si no se va a usar en la hora siguiente a su extracción y congelarla en envases de uso alimentario si no se va a usar en unas 24-48 horas aproximadamente

Llegan los días más calurosos del año con temperaturas muy altas y zonas con mucha humedad por lo que nuestro cuerpo para compensar este aumento segrega sudor para regular la temperatura corporal lo que nos hace perder líquidos. Por ello, tenemos que estar atentos y mantener una buena hidratación para que nuestro organismo funcione correctamente. Y es que el principal componente de nuestro cuerpo es el agua. Al igual que pasa en los adultos, los bebés también tienen más sed y aumenta su demanda de leche materna para compensar la pérdida de líquido por el calor. Especialistas de la Comisión de Lactancia del Hospital de Manises ofrecen unas pautas sobre cómo actuar en estos meses estivales para amamantar a los bebés.

Así, durante los días de más calor, la correcta nutrición del bebé pasa por una buena hidratación de la madre lactante, por lo que debe estar muy atenta a la sensación de sed y debe hidratarse de forma frecuente, mantener una alimentación saludable, rica en productos frescos y de temporada, con una oferta variada en todo tipo de alimentos.

“Al igual que la madre lactante, la mayoría de los bebés aumentan su demanda de pecho en los meses estivales, por lo que hay que estar atentos a su sed, ofreciéndoles el pecho con mayor frecuencia y a demanda, sin excepciones, siempre que el bebé lo requiera y acortando el tiempo entre las tomas”, afirman desde la Comisión de Lactancia del hospital público valenciano. Hay que tener en cuenta que el metabolismo de los bebés es más rápido que el de los adultos por lo que pueden tener mayor riesgo de deshidratación.

Un bebé bien hidratado, está activo, contento, con las mucosas húmedas, con la piel turgente y realiza orina clara y en cantidad normal. Por otra parte, la hipoactividad o irritabilidad, sensación de sequedad en piel y mucosas, disminución de la cantidad de orina, que además suele ser de color más intenso y olor más fuerte, son signos de deshidratación.

 

¿Agua al bebé?

Otras de las dudas que nos puede surgir durante las horas de más calor, es si podemos darle agua al recién nacido. Las profesionales en ginecología de esta comisión destacan que “la leche materna tiene un porcentaje de agua de aproximadamente un 85%”, por ese motivo el bebé que se alimenta de la leche materna no necesita ningún aporte de agua extra. “Cuando se inicia la alimentación complementaria, sí que se recomienda ofrecer agua a los bebés tras la ingesta de alimento diferentes a la leche”, afirman.

 

Posturas más cómodas

Para favorecer un buen clima y unión entre el bebé y la madre durante la lactancia, existen diferentes posturas que se pueden adoptar para evitar la sudoración entre ambos como dar el pecho recostada con el bebé al lado o ponerlo en posición de “balón de rugby”, con el bebé apoyado sobre un cojín para amamantar sin un contacto estrecho y pueden resultar mucho más cómodas en días de mucho calor. Es muy importante que las tomas se produzcan en lugares frescos y a la sombra, pero evitando que el bebé reciba de forma directa el aire acondicionado o el flujo del ventilador.

 

Conservar la leche, preservar la hidratación 

Para guardar la leche materna, es recomendable refrigerarla si no se va a usar en la hora siguiente a su extracción y congelarla en envases de uso alimentario si no se va a usar en unas 24-48 horas aproximadamente. Las expertas del Hospital de Manises aconsejan congelar la leche materna en envases pequeños (máximo 120-150 ml) para poder descongelar de forma gradual según se necesite para cada toma, evitando desperdiciar leche materna. Una vez que la leche se ha descongelado, lo recomendable es que se parte a la zona de refrigeración de la nevera, se debe desechar si no se usa en el margen de tiempo de unas dos horas aproximadamente.

 

Beneficios de la lactancia natural

La leche materna es el mejor alimento infantil que existe ya que es el más equilibrado y contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del recién nacido. También tiene beneficios para su sistema inmunológico y su salud a largo plazo. A la mamá, además, dar el pecho le ayuda a recuperarse tras el parto y a descansar mejor (la hormona prolactina que estimula la producción de leche tiene un efecto relajante) y potencia el vínculo emocional entre ambos. Además, la lactancia materna “también reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas más adelante en la vida, tales como la obesidad, el colesterol alto, la presión arterial alta, la diabetes, el asma y las leucemias infantiles”, destaca un informe de UNICEF.

 

Guía sobre la lactancia

La Organización Mundial de la Salud, OMS, ofrece una serie de recomendaciones sobre la lactancia: “Inicio de la lactancia materna durante la primera hora después del nacimiento; lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses; y lactancia materna continuada durante dos años o más, junto con una alimentación complementaria segura, adecuada desde el punto de vista nutritivo y apropiada para la edad, a partir del sexto mes”.

En esta línea, el Hospital de Manises, dispone de una guía para papás y mamás de recién nacidos con consejos útiles, sugerencias y recomendaciones sobre la lactancia materna. Esta guía recoge consejos útiles para dar el pecho, explica las vitaminas y nutrientes que puede aportar la lactancia a los recién nacidos, recomendaciones para cuidar el pecho o las mejores posiciones para amamantar. Además, también se informa sobre las posibles dificultades que se pueden encontrar durante la lactancia como la mastitis o la escasa producción de leche.

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Walking epidural para las mamás que den a luz en el Hospital de Manises

El Hospital de Manises, único hospital urbano de Valencia que cuenta con esta técnica de analgesia que permite incluso dar a luz de pie. Consigue controlar los dolores del parto sin dejar paralizada a la mujer de cintura para abajo aportándole mayor movilidad en el periodo de dilatación. El efecto más significativo sobre el parto de esta modalidad de epidural es la mayor satisfacción para las madres.

El Hospital de Manises innova en sus técnicas de anestesias ofreciendo en su área de Maternidad la conocida como “walking epidural”, o epidural ambulante. Esta técnica permite controlar los dolores propios del parto sin dejar paralizada a la mujer de cintura para abajo, aportándole una mayor movilidad durante el periodo de dilatación y permitiéndole participar de manera más activa en la expulsión del bebé.

La ventaja más notoria de esta técnica es conseguir la ausencia del dolor en la paciente atribuyéndole la sensibilidad necesaria para notar las contracciones.

La walking epidural permite que la futura madre sienta como su hijo atraviesa el canal del parto minimizando el dolor y haciendo del alumbramiento una sensación más humanizada”, señala la doctora María José Fas, jefa del servicio de Anestesiología del Hospital de Manises.

Walking epidural y esplazarse durante el parto.

Además, la epidural ambulante permite a la mujer desplazarse durante el parto, aunque es fundamental que la paciente tenga un acompañante que la ayude en sus desplazamientos y le sirva como apoyo, al tiempo que se incrementa el bienestar materno pues evita que la paciente tenga que estar encamada y con sonda vesical.

Entre las mejoras que introduce la walking epidural también se encuentra la posibilidad de ampliar el abanico de las posturas en que una mujer con la epidural puede dar a luz, facilitando a las pacientes a que adopten la postura que deseen durante su trabajo de parto, siempre con la colaboración del personal del paritorio o un acompañante.

Además, esta técnica permite a las mujeres que tienen un parto de bajo riesgo y han recibido este tipo de anestesia probar a dar a luz de pie dados los beneficios de las posiciones verticales.

La postura de pie en parturientas sin epidural se ha asociado con una disminución de la tasa de parto instrumentado, que se ha situado en torno al 18%. También permite una pequeña reducción de la duración de la segunda etapa del trabajo de parto, así como una menor incidencia de la compresión aorto-cava en la madre, lo que da como resultado una disminución de los cambios en la frecuencia cardiaca fetal”, según comenta la doctora Mª José Fas.

Pioneros en walking epidural

El Hospital de Manises es el primer centro hospitalario del área urbana de Valencia que cuenta con la walking epidural. Esta nueva técnica anestésica incorporada por el Hospital de Manises permitirá a las pacientes ampliar las opciones de elegir el tipo de analgesia que desean, así como las características de la misma. Así, con esta última incorporación el centro se reafirma como unas de las áreas más completas para dar a luz, al tener disponibles diversas opciones de parto con la idea de que sea la propia mujer la que decida la que más se amolda a sus deseos, siempre que las condiciones de seguridad de la madre y el niño lo permitan.

Aunque el centro tiene disponibles opciones de parto natural sin epidural o con analgesias alternativas, hay que recordar que en el 80% de los 1.551 partos que tuvieron lugar en el centro en 2016, las madres optaron por anestesia epidural, lo que ha llevado al centro a ampliar las opciones en este campo.

En este sentido, destacar que el Hospital de Manises dispone de una completa oferta en el área de nacimientos donde despunta la Casa de Partos que permite dar a luz de forma natural con métodos analgésicos alternativos como la dilatación en el agua, las lazadas o la pelota para movimientos pélvicos. Además, dispone seis salas de dilatación y parto y dos paritorios, y bañeritas en todas las habitaciones de maternidad para que los padres puedan bañar a sus bebés durante su estancia.

Más información sobre el parto en el Hospital de Manises