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Viajes en verano para niños con autismo

Preparar con antelación a los niños con autismo para los viajes de verano ayuda a evitar situaciones de estrés y ansiedad

  • Expertos del Departamento de Salud de Manises advierten que romper la rutina durante estos desplazamientos de vacaciones puede generar este tipo de situaciones estresantes para ellos
  • Para evitarlas, los especialistas recomiendan llevar consigo recursos gráficos y visuales para poder explicar al pequeño en todo momento lo que ocurre
  • La Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises es la única en València, integrada en la red de hospitales públicos de la Comunidad, y desde sus inicios ha atendido a más de 1.832 niños y adolescentes

Los viajes durante el verano son muy habituales entre las familias que buscan un destino de descanso y disfrute. Los imprevistos, cambios de planes y ajetreo son muy comunes en este tipo de actividades familiares ya que se rompe con la rutina. Este escenario que para cualquier miembro de la familia puede resultar habitual y hasta deseado, para los niños que padecen de Trastorno del Espectro Autista (TEA) puede provocar un aumento de la ansiedad y el estrés.

Por ello, los especialistas de la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Departamento de Salud de Manises ofrecen algunas claves para poder realizar viajes acordes con las necesidades especiales que presentan los niños con autismo. “Hay que tener en cuenta que el bullicio, los sonidos, las luces o los olores, y otros estímulos nuevos pueden aumentar notablemente el estrés y la ansiedad de las personas con TEA, provocando respuestas desajustadas. Por eso, a la hora de salir de escapada veraniega en familia, es de vital importancia que se prepare a los pequeños sobre lo que va a ocurrir”, advierte la Dra. Laura Cuesta, neuropediatra en el Hospital de Manises y responsable de las valoraciones de Espectro Autista.

Frente a destinos con mucha concentración de personas como pueden ser estaciones de tren o aeropuertos, es posible viajar con un niño con TEA, pero lo más recomendable es tratar de elegir un viaje “en aquellos momentos en los que haya menos afluencia de gente y estímulos”, como puede ser a primera hora de la mañana o de madrugada.

Las personas con TEA son conocidas como “pensadores visuales”, esto significa que procesan mejor la información cuando les llega por la vía visual. Por lo tanto, “sería imprescindible hacer uso de apoyos visuales para explicarles qué va a pasar, cómo va a pasar y qué tienen que hacer ellos en cada momento”, indica la neuropediatra.

Para preparar correctamente, los profesionales aconsejan hacerlo “con bastante tiempo de antelación” y a través de “un apoyo visual, tipo cuento, en el que se explique por pasos todo lo que va a suceder en ese viaje. Visualizarlo diariamente para que el niño lo comprenda y lo vaya asimilando poco a poco”. Además, recomiendan, en la medida de lo posible, “exponer al niño a situaciones similares a las que se va a encontrar durante el viaje, para dotarle de estrategias que le faciliten la comprensión de estas situaciones. Esto puede ser mediante juegos de roll-playing, leer cuentos, recrear situaciones con muñecos, etc.”, explica el coordinador de la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Departamento de Salud de Manises, Sergio Güemes.

Además, según la experta, a la hora de viajar en avión, alojarse en un hotel o actividades coordinadas donde haya personal profesional, puede ser conveniente avisarles ya que “si las personas que se van a cruzar durante el viaje con el niño con TEA están avisadas, se pueden mostrar más sensibilizadas, informarse de las necesidades que puede tener el niño y hacer más llevaderas ciertas situaciones”, señala Güemes.

Unidad de referencia

El Departamento de Salud de Manises puso en marcha la primera Unidad de Neurorrehabilitación Infantil especializada en trastornos del desarrollo en un hospital público valenciano. Esta unidad de referencia ofrece tratamientos a niños con Daño Cerebral y Trastorno del Espectro Autista (TEA), además de realizar diagnóstico diferencial de TEA.

Desde sus inicios, la Unidad ha atendido a más de 1.832 niños y adolescentes con Daño Cerebral y Trastorno del Espectro Autista. En el año 2022 y lo que llevamos de este han pasado 320 niñas y niños por la Unidad.

“Cuando hay sospecha de un posible TEA, el primer paso es el pediatra de Atención Primaria que realiza una consulta al neuropediatra. A partir de aquí, el equipo de la Unidad realiza una valoración en la que participan terapeutas ocupacionales, logopedas, psiquiatras infantil o neuropsicólogas. El equipo multidisciplinar diseña un plan de trabajo con el paciente y su entorno donde planteamos unos objetivos concretos que implica a la familia”, explica Sergio Güemes.

Esta unidad especializada atiende a niños de hasta 7 años en los casos con diagnóstico de trastorno generalizado del desarrollo o hasta los 15 en los casos de niños con daño cerebral.

Además de la intervención a través de terapias individualizadas o grupales se actúa también sobre la familia y los diversos ambientes donde el niño lleva a cabo su participación: la escuela, la casa y otros contextos clínicos. Con ello se asegura de que los logros y habilidades que el niño va adquiriendo se generalicen a todos sus ámbitos de actuación.

Con este fin se ha desarrollado en el Hospital de Manises un programa de adaptación al entorno para los niños diagnosticados de TEA inicialmente en el servicio de Urgencias Pediátricas. El programa surge con el objetivo de desensibilizar y anticipar al niño los pasos que pueden suceder durante sus estancias en el servicio de Urgencias, y así y favorecer la comprensión del entorno y reducir la ansiedad tanto de los niños como de los familiares.

Para ello, se han instalado paneles informativos, con imágenes reales de las estancias ubicadas en Urgencias que visitaría el niño y de aquellos aparatos que se podrían utilizar durante la visita. Estas imágenes están apoyadas por pictogramas que facilitan la comprensión del entorno. También se puede ver una pequeña explicación escrita que relata lo que va a suceder en cada estancia.

Este programa de adaptación al entorno hospitalario se está implementando en las diferentes especialidades médicas del Hospital de Manises a las que suelen acudir con mayor frecuencia los niños con TEA: extracciones, dermatología, alergias, anestesia, resonancia magnética, oftalmología, neumología y neurofisiología (electroencefalograma y potenciales evocados)