Muchas veces no sabemos si es necesario acudir al Servicio de Urgencias cuando nuestro hijo tiene gripe. La Dra. Esther Bartoll Alguacil, del Servicio de Pediatría de nuestro Hospital, explica cuáles son los síntomas que nos indican cuándo ir a urgencias con nuestro bebé o niño:
- La respiración se vuelve rápida o dificultosa.
- Le cuesta despertar o comunicarse.
- La piel se vuelve azulada o grisácea.
- Está muy irritable y no quiere que le cojan en brazos.
- Le salen pequeñas manchitas rojas en la piel, que no desaparecen cuando estiramos la piel a ambos lados de la mancha.
- Deja de orinar, orina mucho menos de lo normal, llora sin lágrimas, tiene la boca seca o la fontanela hundida.
- No quiere beber ni comer nada o vomita todo lo que toma.
¿Cuándo ir a urgencias si mi hijo tiene gripe?
Pero no siempre hay que ir al hospital. Debemos ir al centro de salud si nuestro hijo tiene fiebre durante más de tres días, le duelen los oídos, sigue teniendo tos después de dos semanas y tras mejorar unos días empeora. Además, hay que ir a urgencias si nuestro hijo tiene riesgo de enfermedad crónica y si tiene menos de 2 años, y hay que prestar especial atención a los menores de 3 meses.
Fiebre en niños: cuando ir a urgencias
Nuestra pediatra comenta que las complicaciones más frecuentes de los niños durante la gripe son la otitis media aguda, la neumonía y la exacerbación del asma.
Para que los padres puedan estar tranquilos, la Dra. Bartoll Alguacil detalla los síntomas de la gripe:
- Fiebre alta (>39ºC).
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares y en las articulaciones.
- Dolor de garganta.
- Tos seca.
- Nariz congestionada.
- Cansancio.
- Pérdida de apetito.
Pero si el niño está tranquilo, tiene buen aspecto y ganas de jugar cuando le baja la fiebre, no hace falta alarmarse.
Otra de las recomendaciones que hace nuestra especialista tiene que ver con la forma de evitar el contagio entre los familiares o las personas más cercanas. “El virus de la gripe se transmite a través de las gotitas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar. También por contacto con objetos contaminados o personas infectadas”, apunta nuestra pediatra.
Por eso, cuando nuestro hijo o algún miembro de la familia tienen gripe, es importante lavarse las manos con agua y jabón; también se pueden utilizar geles alcohólicos desinfectantes. Cuando se vaya a estornudar o toser debemos tapar la nariz y la boca con un pañuelo, y vacunarnos o vacunar a nuestros hijos si están en uno de los grupos de riesgo.