La Unidad de Fototerapia del Hospital de Manises se localiza en el centro de especialidades de Aldaia y dispone de una cabina de cuerpo entero que permite administrar radiación UVA o UVB y una lámpara para fototerapia localizada de manos y/o pies.
La fototerapia es una modalidad de tratamiento basada en el uso de la radiación ultravioleta A o B (UVA o UVB), asociada a un medicamento fotoactivo o psoraleno en el caso de la UVA (PUVA), con utilidad y buenos resultados para el manejo de diversas patologías dermatológicas y sistémicas con manifestaciones en la piel.
Está indicado para diversas dermatosis, principalmente la psoriasis, la dermatitis atópica, el linfoma cutáneo de células T así como el vitíligo.
Otras patologías que en ocasiones también se benefician de esta técnica, son la mastocitosis y la esclerodermia entre otras.
Así mismo, el prurito o picor asociado a determinadas enfermedades sistémicas y que puede llegar a ser incapacitante, puede mejorar con fototerapia, como es el caso de prurito asociado a enfermedades hematológicas, a la insuficiencia renal o al VIH.
La unidad está coordinada por un médico y una enfermera.
El médico visita a los pacientes y según su fototipo, sus antecedentes y su patología a tratar determina la modalidad de fototerapia, dosis y duración. Los pacientes reciben un total de 2 o 3 sesiones por semana. Habitualmente el tratamiento dura entre 2 y 3 meses. El tiempo de cada sesión es progresivo, pues aumenta de forma gradual, si la evolución clínica del paciente así lo permite.
Los efectos secundarios son como los que produce el sol. En ocasiones puede aparecer un enrojecimiento de la piel con sensación de quemazón, de intensidad variable. También suele desarrollarse una pigmentación cutánea similar al bronceado del verano y, a veces, sequedad cutánea, un hecho que obliga a utilizar emolientes.
Dado que la exposición es controlada y no se superan un número de sesiones al año el riesgo de aparición de cáncer de piel asociado al tratamiento es muy bajo y al paciente se le explican pautas para minimizar el riesgo durante el tratamiento.
Existen una serie de contraindicaciones al tratamiento como es el embarazo y la edad infantil en el caso de la modalidad PUVA.
Determinados pacientes con condiciones como la inmunosupresión severa, enfermedades o medicación fotosensible, falta de motivación o historia de cáncer de piel no deberían en principio recibir fototerapia. No obstante, se evalúa cada caso de forma individualizada para buscar el máximo beneficio para el paciente.