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¿En qué consiste la cirugía de menisco?

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La cirugía de menisco consiste en una cirugía mínimamente invasiva que se lleva a cabo mediante pequeñas incisiones en la rodilla, permitiendo remover y estabilizar la lesión del menisco.

Esta cirugía puede ser compleja y va desde la sutura meniscal, la resección parcial o meniscectomía, hasta los trasplantes de menisco. Según el Dr. Marco Strauch Leira, jefe de nuestro Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, generalmente la cirugía de menisco se realiza siempre por vía artroscópica, es decir, por pequeños portales en la rodilla y sin abrir la articulación.

Tipos de lesiones de menisco

Tanto el método de cirugía como el momento idóneo para llevar a cabo una cirugía de menisco dependerá principalmente del tipo de lesión. De manera general podríamos dividirlas en lesiones suturables o no suturables.

  • Lesiones suturables: en general, cuanto antes se lleve a cabo la cirugía, es mejor, ya que la viabilidad del tejido meniscal será mayor y la técnica quirúrgica suele ser más sencilla. “Si esperásemos mucho tiempo, por ejemplo varios meses, podría convertirse en una lesión irreparable, como pasaría con las roturas en asa de cubo luxadas”, detalla nuestro especialista.
  • Lesiones no suturables: incluyen roturas en pico de loro, oblicuas, degenerativas, algunas horizontales… La intervención podría demorarse todo el tiempo que el paciente necesite, siempre y cuando tolere bien los síntomas que la lesión pueda generarle. En éstas, el tratamiento consiste en la resección del fragmento meniscal roto o meniscectomía.

Dentro de las no suturables hay un tipo de lesiones en las que se recomienda esperar un mínimo de 6 meses para tratarlas: las lesiones meniscales degenerativas. “Esto es debido a que gran parte de ellas dejan de doler y dar síntomas tras dicho periodo, siendo suficiente un buen tratamiento conservador, consistente en antinflamatorios, reposo deportivo, rehabilitación e infiltraciones”, comenta el Dr. Strauch Leira.

No obstante, otros casos, mucho menos frecuentes, suelen requerir una cirugía de relativa urgencia. Se trata de lesiones meniscales que generen un bloqueo para la extensión por interposición del fragmento meniscal roto y, por tanto, generan mucha limitación funcional.

Tiempo de recuperación de una cirugía de menisco

Según nuestro cirujano, la recuperación de la cirugía de menisco depende, principalmente, de si realizamos una meniscectomía simple (quitar la parte del menisco roto), o una sutura o fijación meniscal.

En el primer caso, la recuperación es mucho más rápida, ya que no hay limitación para el apoyo ni para el rango de movilidad tras la cirugía. Por lo que la recuperación depende simplemente de la resolución de la inflamación y del derrame articular posterior a la cirugía. Se puede realizar vida completamente normal a las 2-4 semanas, aproximadamente.

En el segundo caso, podría alargarse un mínimo de 3 meses, permitiendo una vida activa y deportiva normal a partir de los 6-9 meses. Generalmente se limita la movilidad con una ortesis en un rango de 0º-90º, que en algunos casos puede ser algo menor. También podría limitarse el apoyo total o parcialmente hasta 6 semanas en el caso de lesiones radiales suturadas, lesiones de la raíz meniscal reancladas, trasplantes meniscales,…

Por otro lado, tal y como indica nuestro especialista, la recuperación también vendrá condicionada por la existencia de alguna otra lesión asociada que se repare en el mismo acto quirúrgico, como una lesión del ligamento cruzado anterior o posterior, una lesión condral o una corrección del eje de la pierna.

Postoperatorio cirugía de menisco

Es evidente que el reposo es uno de los principales puntos a seguir después de cualquier tipo de cirugía. Sin embargo, se ha comprobado que mantener las articulaciones en reposo e inmovilizar la zona aumenta la atrofia de los músculos y favorece el riesgo de rigidez postquirúrgica. Por este motivo, es muy recomendable realizar movimientos progresivos, que mejoren el riego sanguíneo de las articulaciones, siempre y cuando no impliquen un riesgo para la cirugía o no exista riesgo de provocar otra lesión.

Por otro lado, es importante llevar a cabo una buena higiene de las heridas, evitando una posible infección. En este sentido, es recomendable mojar las heridas y utilizar apósitos tipo film que las cubra cuando no sea posible seguir esa medida.