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Diabetes tipo 1: Claves para manejarla

Como todos sabemos, la diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que requiere un manejo constante y cuidadoso para garantizar una buena calidad de vida. Desde el Hospital de Manises, en este artículo, exploraremos las claves fundamentales para manejar eficazmente la diabetes tipo 1, desde el control de los niveles de glucosa en la sangre hasta la adopción de hábitos saludables y la búsqueda de apoyo adecuado.

¿Qué es la diabetes tipo 1, qué síntomas presenta y qué tratamiento requiere? ¡Sigue leyendo!

Qué es la diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que aparece cuando el organismo no produce suficiente cantidad de insulina. 

De manera general, la diabetes tipo 1 se caracteriza por ser una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico del paciente ataca a las células beta-pancreáticas y las destruye. Debido a esto, el organismo es incapaz de secretar la cantidad de insulina que necesita para funcionar correctamente.

La falta de insulina en el cuerpo provoca un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, lo que puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo. Las personas con diabetes tipo 1 requieren inyecciones diarias de insulina o el uso de una bomba de insulina para controlar sus niveles de glucosa en la sangre y prevenir complicaciones como enfermedades cardíacas, daño a los riñones, problemas de visión y daño en los nervios.

Generalmente, el manejo de la diabetes tipo 1 es complejo y requiere un enfoque integral que incluye una alimentación saludable, ejercicio regular, monitoreo frecuente de los niveles de glucosa en la sangre y ajustes en la dosis de insulina según las necesidades individuales. Además, es fundamental contar con un equipo médico especializado y recibir educación sobre la enfermedad para poder llevar una vida plena y saludable.

Síntomas diabetes tipo 1

Como hemos comentado, la diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Uno de los aspectos clave para identificar y diagnosticar esta condición es comprender los síntomas que pueden manifestarse.

Cuando una persona desarrolla diabetes tipo 1, su páncreas deja de producir la insulina necesaria para regular los niveles de glucosa en la sangre. A medida que los niveles de glucosa aumentan, pueden aparecer una serie de síntomas que son señales de advertencia de la enfermedad.

La  Dra. Aránzazu Garza, endocrinóloga infantil del Hospital de Manises, explica que entre los síntomas de la diabetes diabetes tipo 1 destacan:

  • Poliuria: orinar muy frecuentemente.
  • Polidipsia: beber con mucha frecuencia.
  • Polifagia: comer en exceso.
  • Pérdida ponderal. 

En otras ocasiones también pueden aparecer otros síntomas, como astenia, debilidad o irritabilidad.

Diagnóstico de la diabetes tipo 1

A diferencia de la diabetes tipo 2, que suele desarrollarse en la edad adulta y está relacionada con factores como la obesidad y el estilo de vida, la diabetes tipo 1 generalmente se diagnostica en la infancia o la adolescencia.

El diagnóstico de la diabetes tipo 1 en las familias puede ser desconcertante y una situación estresante. Al inicio, en todos los pacientes se requiere un ingreso para poder ajustar la insulina a sus necesidades y comenzar con la educación diabetológica. 

Los principales miedos de la familia en el tratamiento de la diabetes tipo 1 son las complicaciones que pueden ocurrir, como la hipoglucemia (niveles bajos de glucosa) o la hiperglucemia (niveles altos de glucosa), así como otras complicaciones a largo plazo. Pero con un correcto manejo, se pueden evitar.

Educación diabetológica

Tal y como comenta nuestra especialista, la educación diabetológica consiste en explicar la nueva situación tanto al niño como a sus cuidadores. En este proceso “les enseñamos qué es la diabetes tipo 1, cuáles son los distintos tipos de insulina (insulina rápida o bolus, e insulina lenta o basal). También les explicamos la técnica de administración de insulina y cómo se realizan los controles de glucemia. Por otro lado, parte de la educación también consiste en explicar la dieta del paciente diabético, llamada dieta por raciones”.

La información es tanto para cuidadores como para el propio paciente, adecuándose en función de la edad del niño. A medida que los pacientes son más mayores, pueden implicarse más en la diabetes, realizando los controles glucémicos y/o administrándose insulina, siendo supervisados por el personal sanitario.

Según nuestra endocrinóloga infantil, hay mucho que aprender sobre el manejo y el cuidado de la diabetes tipo 1, por lo que la educación se realiza durante el ingreso hospitalario y se extiende y refuerza en todas las visitas que llevan a cabo el paciente y su familia.  

La enfermería especializada en diabetes tiene un papel muy importante en la educación diabetológica. Es, junto con el equipo de endocrinólogos pediátricos, la encargada de ofrecer las enseñanzas teórico-prácticas. Su tarea no acaba durante el ingreso, ya que sigue ofreciendo su apoyo durante las visitas que se llevan a cabo en consultas externas.

“Es importante implicar al paciente en los cuidados de su diabetes y, a medida que vaya creciendo, debe involucrarse más en la rutina diaria y adquirir más responsabilidades.

Para eso, desde el equipo de diabetes les adjuntamos una copia del libro Lo que debe saber sobre diabetes infantil, editado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, y les ofrecemos información sobre distintas asociaciones de diabetes, como por ejemplo Asociación Valenciana de Diabetes”, apunta la Dra. Aránzazu Garza.

Diabetes tipo 1: tratamiento y autocuidado 

El tratamiento y el autocuidado son aspectos fundamentales en el manejo de la diabetes tipo 1. Esta enfermedad crónica requiere de una atención constante y de un compromiso personal para garantizar un control óptimo de los niveles de glucosa en la sangre.

El objetivo principal del tratamiento de la diabetes tipo 1 es mantener los niveles de glucosa en la sangre dentro de un rango objetivo. Para lograr esto, es esencial el uso de insulina, ya sea mediante inyecciones o a través de una bomba de insulina. Además del uso de insulina, una alimentación saludable y equilibrada juega un papel crucial en el tratamiento de la diabetes tipo 1. Por último, el ejercicio regular también es esencial en el tratamiento de la diabetes tipo 1. La actividad física ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, facilitando la regulación de los niveles de glucosa en la sangre.

De esta manera, los tres pilares del tratamiento de la diabetes tipo 1 son:

  • La administración de insulina.
  • La dieta por raciones de hidratos de carbono.
  • El ejercicio físico.

Es muy importante que los pacientes con diabetes tipo 1 comprendan la necesidad de llevar un buen control de su enfermedad. Por eso, les explicamos los beneficios del autocuidado, que se traducen en el bienestar físico del paciente.

Dieta diabetes tipo 1 

La alimentación también es motivo de preocupación en las familias. “Intentamos enseñarles una dieta saludable y equilibrada, que ayude a mantener un rango de glucemia adecuado, proporcionando los nutrientes que faciliten el crecimiento y desarrollo de los niños. A las familias les ayuda planificar las comidas con antelación”, afirma la especialista.

La práctica de ejercicio físico también es motivo de preocupación en los niños con diabetes tipo 1. “Desde la consulta de Diabetes siempre recomendamos hacerlo, ya que combinado con una dieta sana y las dosis correctas de insulina ayuda a mantener unos niveles correctos de glucemia”.

El ejercicio físico de forma regular tiende a disminuir los niveles de glucemia, por lo que también será recomendable planificar la actividad física, así como la comida y la glucemia previas al entrenamiento y durante la práctica de ejercicio. En caso de niveles muy altos o muy bajos de glucemia, no se recomienda hacer ningún deporte.

Diabetes tipo 1 y 2 diferencias 

Una vez explicada la información más relevante acerca de la diabetes tipo 1, es importante también conocer sus diferencias con respecto a la diabetes tipo 2. 

Por un lado, la diabetes tipo 1 se considera una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye las células productoras de insulina en el páncreas. Como resultado, las personas con diabetes tipo 1 no producen suficiente insulina y necesitan inyecciones diarias de esta hormona para conseguir regular sus niveles de glucosa en sangre.

La diabetes tipo 2, en cambio, generalmente se desarrolla debido a una combinación de factores genéticos y de estilo de vida, entre los que entran la obesidad, la falta de actividad física o la mala alimentación. Así, en la diabetes tipo 2, el páncreas todavía produce insulina, pero o el cuerpo no la utiliza de manera eficiente, o no produce la suficiente para satisfacer las necesidades del cuerpo.

Otra diferencia importante entre la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2 es la edad de inicio. La diabetes tipo 1 suele diagnosticarse en la infancia, la adolescencia o en adultos jóvenes. La diabetes tipo 2, por el contrario, tiende a surgir durante la edad adulta, aunque cada vez se diagnostica más en niños y adolescentes debido al aumento de casos de obesidad infantil.

En conclusión, el manejo efectivo de la diabetes tipo 1 requiere un enfoque integral que abarque diversos aspectos de la vida diaria. Desde el monitoreo regular de los niveles de glucosa en la sangre hasta la adopción de hábitos alimentarios saludables y la búsqueda de apoyo adecuado, cada aspecto desempeña un papel crucial en el bienestar de las personas con diabetes tipo 1.

Lactancia materna y diabetes: todo lo que debes saber

En ocasiones, la lactancia materna y diabetes suscita numerosas dudas. En general, las madres diabéticas que dan de mamar deben tener en cuenta las mismas recomendaciones que las madres no diabéticas

Existen numerosos consejos para controlar la diabetes durante la lactancia del bebé, tales como controlar el azúcar en sangre, llevar una alimentación saludable o hacer ejercicio de manera regular.

Sin embargo, lo más recomendable es acudir a tu médico para recibir las pautas y tratamientos específicos para esta patología.

Es por eso que desde Hospital de Manises, te contamos todo lo que debes saber acerca de la diabetes materna y lactancia. ¡Sigue leyendo!

momento del parto

¿Qué efectos tiene la diabetes gestacional en la lactancia?

Antes de entrar en detalle sobre la diabetes durante el proceso de lactancia, hemos de saber si la madre ha tenido o no diabetes en el embarazo.

En este sentido, es importante tener en cuenta que si la madre se pincha insulina en el embarazo, sus necesidades postparto disminuirán un 50%. 

Si utiliza antidiabéticos orales antes del embarazo, deberá consultar su reintroducción según explica la Dra. Ana Moreno Collado, especialista del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Manises, y miembro del Comité de Lactancia del este Servicio. 

Normalmente, las madres con diabetes gestacional que se han controlado con dieta sólo precisan una revisión por parte de su endocrinólogo al finalizar la lactancia.  

Si se pinchaban insulina en el postparto, ya no la precisarán.

Durante la lactancia, deben hacer la medición de insulina igual que las no lactantes, tal y como lo hacían antes y durante del embarazo, siguiendo la pauta que indique su médico. 

“Se deben pinchar la insulina antes de las comidas según glucemias, independientemente de si van a dar de mamar antes o después, y no es necesario esperar para amamantar”, asegura nuestra especialista. 

La lactancia materna disminuye el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en mujeres que han tenido diabetes gestacional y tiene efecto protector retrasando el inicio de diabetes y disminuyendo su frecuencia en la infancia. 

Dados los beneficios de la lactancia materna para la madre y el bebé, especialmente en el caso de diabetes materna, es preciso alentar la lactancia materna en diabéticas y brindar todo el apoyo eficaz posible.

Lactancia materna y diabetes durante la subida de la leche

La diabetes materna se asocia a un retraso de la subida de la leche, a bajos niveles de prolactina y a falta de suministro adecuado de leche.

Esto hace que la prevalencia y la duración de la lactancia en madres diabéticas sea menor. 

Suele haber mayores dificultades para la lactancia en diabéticas debido a complicaciones maternas, como cesáreas frecuentes, y del recién nacido, como macrosomía, prematuridad, hipoglucemia precoz, hipocalcemia, problemas respiratorios, ictericia, poliglobulia y malformaciones.

Por todo ello, hay riesgo de menor prevalencia y duración de la lactancia en la diabetes materna

Inicio precoz de la lactancia materna

El factor más importante para el éxito de la lactancia es su inicio precoz. Para ello, se deben evitar las separaciones innecesarias y se debe recurrir si es preciso a la extracción de leche manual o con bomba de modo precoz. 

Según la Dra. Ana Moreno Collado, la hipoglucemia de las primeras horas de las madres lactantes con diabetes puede prevenirse y tratarse con alimentación oral frecuente. 

Aunque ha habido mucha discusión sobre la conveniencia de la extracción prenatal de calostro para administrar al bebé de la madre diabética. 

Esto evitará que se le administre fórmula láctea, los beneficios son muy grandes, en especial cuando se prevén problemas neonatales, como diabetes materna, cesárea programada, gemelos, prematuros, malformaciones, etc. 

Por lo tanto, es una práctica recomendada por instituciones sanitarias y diversos autores, siendo bien tolerada por las madres y mejorando su autoconfianza.

Por otra parte, la madre con diabetes tiene mayor riesgo de grietas, mastitis y candidiasis. 

“Hay que prevenir estos riesgos con una lactancia frecuente, una posición adecuada, evitando lavados, desinfectantes y pomadas, y con un tratamiento enérgico antibiótico de la mastitis”, detalla nuestra ginecóloga. 

Composición de la leche con diabetes

La leche de la madre con diabetes tiene más glucosa (0,7mg/cc) que la de mujeres sin diabetes (0,3mg/cc), pero el contenido calórico total no se ve afectado porque la glucosa es un azúcar muy minoritario en la leche materna. 

La glucosa se utiliza para formar lactosa (glucosa + galactosa) en el pecho materno. 

Por otra parte, es preciso incrementar el autocontrol de la madre por el riesgo de hipoglucemias, especialmente durante o tras las tomas de pecho, ya que la hipoglucemia inhibe (vía adrenalina) la producción y eyección de la leche.

Pautas de tratamiento durante la lactancia materna y diabetes

Las necesidades de insulina o de antidiabéticos orales suelen disminuir hasta en un 30% y es preciso un incremento calórico diario. 

También son necesarios ajustes de dieta e insulina durante la introducción de la alimentación complementaria y el destete.

Durante la lactancia de las madres con diabetes, las pruebas de glucosa en orina mediante tiras reactivas no son fiables debido a la aparición de lactosuria. 

En todas las mujeres la lactosa que se reabsorbe del pecho y pasa a plasma, se elimina por la orina.

Desde el Hospital de Manises, te acompañamos durante el proceso de gestación y post parto, con consejos y recomendaciones acerca de la lactancia. Entra en nuestro blog y ¡no te pierdas nada!.

¿Cómo saber si tengo diabetes? Tipos, síntomas y perfil del paciente

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de los niveles de azúcar en sangre. ¿Cómo saber si tengo diabetes? Lo primero que hay que hacer es acudir al médico de Atención Primaria para que pueda hacer una serie de pruebas que muestran si hay niveles excesivos de azúcar en sangre. 

La Dra. Lara González García, médico de Atención Primaria del Centro de Salud de Manises, explica que hay dos tipos de diabetes, la tipo 1 y la tipo 2, y que son enfermedades diferentes: 

  • La diabetes tipo 1 se produce por la destrucción de las células β-pancreáticas y produce una deficiencia absoluta de insulina; es decir, el organismo no produce insulina y los niveles de azúcar en sangre aumentan, lo que puede llegar a producir importantes complicaciones. 
  • La diabetes tipo 2 se debe a un déficit progresivo de la secreción de insulina, iniciado por un proceso de resistencia a la insulina. En este caso, el organismo sí que produce insulina, pero no en la suficiente cantidad como para controlar los niveles de azúcar en sangre. La diabetes tipo 2 se considera un factor de riesgo cardiovascular importante

En adultos que no tienen síntomas, para contestar a la pregunta cómo saber si tengo diabetes, el médico tiene que hacer una evaluación informal para valorar la presencia de los factores de riesgo, entre los que se encuentra la edad, el sexo, la diabetes mellitus gestacional, los antecedentes familiares de diabetes, la hipertensión arterial, el peso y el sedentarismo. 

Factores de riesgo de la diabetes

diabetes

¿Cómo saber si tengo diabetes? Es necesario medir la cantidad de glucosa (azúcar) en sangre. Y eso se hace con la prueba de la hemoglobina glicosilada (HbA1c). Se recomienda hacerla en las personas que tienen sobrepeso u obesidad (IMC >25 kg/m2) y uno o más de los siguientes factores de riesgo

  • Familiar de primer grado con diabetes.
  • Raza/etnia de alto riesgo.
  • Antecedentes de enfermedad cardiovascular
  • Hipertensión arterial.
  • Colesterol HDL < 35 mg/dl.
  • Triglicéridos >250 mg/dL.
  • Síndrome de ovario poliquístico.
  • Inactividad física o sedentarismo.
  • Acantosis

Si los resultados de la prueba dan unas cifras mayores al 5,7%, se deben hacer pruebas anuales de tolerancia alterada a la glucosa y de glucemia en ayunas.

También hay que prestar especial atención a las mujeres con diagnóstico de diabetes mellitus gestacional, ya que deben hacerse controles, al menos, cada tres años para descartar la presencia de diabetes. Las demás personas deben hacerse unos análisis para ver sus niveles de azúcar en sangre una vez que hayan cumplido 45 años para cómo saber si tengo diabetes. Si los resultados son normales, “deben repetirse cada tres años, como mínimo”, indica nuestra especialista. 

¿Cuáles son los signos de alarma?

Conocer los síntomas es clave para cómo saber si tengo diabetes. Ante cualquier sospecha, hay que fijarse en estos síntomas:

  • Poliuria: orinar en exceso. Cuando hay mucha azúcar en sangre, se  fuerza a los riñones para que se elimine el azúcar que hay de más.
  • Polidipsia: beber en exceso. Para eliminar el azúcar sobrante a través de los riñones, el cuerpo tiene que fabricar más orina y para eso se necesita beber más agua. 
  • Pérdida de peso. Las personas con diabetes no usan el azúcar como fuente de energía y la tienen que obtener de la grasa y de los músculos. ¿Cómo saber si tengo diabetes? Al principio de tener diabetes tipo 1 la pérdida de peso es un indicativo de que algo está pasando

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  • Polifagia: comer en exceso. Como no funciona la insulina, la glucosa no puede hacer su función y el cerebro no tiene sensación de saciedad al comer, ya que las señales que le llegan es que las células necesitan más energía. 
  • Cansancio. Aparece cuando la glucosa no puede generar la suficiente cantidad de energía. 
  • Visión borrosa. Se produce porque los vasos sanguíneos no pueden transportar bien la sangre hasta los ojos. 
  • Infecciones de repetición. Una mayor cantidad de azúcar en sangre hace que ciertas bacterias campen a sus anchas y favorezcan la aparición de infecciones de forma repetida. 

Perfil del paciente

Tal y como detalla la Dra. Lara González García, no existe un único perfil de paciente con diabetes mellitus, “debemos tener en cuenta que existen diferentes comorbilidades y complicaciones en el momento del diagnóstico y durante el seguimiento”. 

Entonces, ¿cómo saber si tengo diabetes? Lo que sí que está claro es que la obesidad (índice masa corporal [IMC] ≥ 30 kg/m2) y el sobrepeso (IMC de 25-30 kg/m2) aumentan el riesgo de intolerancia a la glucosa y de diabetes tipo 2 en todas las edades, puesto que tanto la obesidad como el sobrepeso inducen resistencia a la insulina. 

Por eso, si se consigue bajar peso disminuye el riesgo cardiovascular y mejora el control glucémico en pacientes con diabetes tipo 2 ya establecida. Según nuestra especialista, la mejor forma de prevenir la diabetes tipo 2 es “llevando unos hábitos saludables en cuanto a alimentación y ejercicio se refiere, y la disminución del peso”

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El estilo de vida saludable pasa por seguir una dieta rica y variada, donde la dieta mediterránea es un claro exponente, y una pauta de ejercicio físico adecuado a las posibilidades y características de cada persona. 

¿Te ha parecido interesante esta entrada sobre cómo saber si tengo diabetes? Si es así, no dudes en echarle un vistazo a nuestro blog o suscribirte a nuestra newsletter para no perderte nuestros mejores consejos.

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Cómo prevenir las hipoglucemias en niños

El tratamiento de la diabetes infantil se apoya en 3 pilares: insulina, dieta y ejercicio. Cualquier alteración del equilibrio entre estos pilares puede dar lugar a situaciones tanto de hipoglucemia como de hiperglucemia. En el caso de las hipoglucemias, se producen por exceso de insulina o ejercicio, o por escasa ingesta de hidratos de carbono adecuados. Para saber detectarlas, la Dra. Inés Cuesta, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises, explica cuáles se los signos de alarma que nos pueden hacer sospechar que el niño puede sufrir una hipoglucemia.

La mayoría de las veces las hipoglucemias avisan y el niño dice que se encuentra mal, con dolor de cabeza o de tripa, mareo o simplemente está irritable. Su aspecto también cambia, pudiéndonos presentar palidez, sudoración fría, temblor o dificultad para caminar.

Para que el niño con diabetes conozca las hipoglucemias es fundamental la educación diabetológica. Tal y como indica nuestra pediatra, “es uno de los aspectos en los que más incidimos nada más tener el diagnóstico, se las explicamos incluso mediante dibujos, y luego, en las sucesivas visitas a las consultas, lo vamos recordando con frecuencia”.

En opinión de la Dra.  Costa, la educación diabetológica es absolutamente fundamental, ya que hay que tener en cuenta muchos factores y cuanto más se conozca la enfermedad y la respuesta del propio cuerpo del paciente, más control se tiene.

 

Pautas de actuación

En caso de síntomas de hipoglucemia (que es un valor por debajo de 70 mg/dL), hay que hacer un control con el glucómetro si lo tenemos disponible y de esta forma lo podemos documentar. En caso de que no lo tengamos, hay que actuar como si fuera una hipoglucemia sin esperar a comprobarlo, ya que se trata de una urgencia. La Dra. Inés Costa indica que se deben tomar de forma inmediata hidratos de carbono de absorción rápida, como zumos, terrones de azúcar o preparados de glucosa, y a los 10 minutos volver a hacer un control para comprobar que se ha resuelto. Si es así, entonces hay que administrar hidratos de carbono de absorción lenta, como un par de galletas o un trozo de pan.

Por su parte, en los casos de hipoglucemias graves con el paciente inconsciente, se dispone de unas inyecciones de glucagón que las debe llevar consigo todo diabético. En el caso de que se produzcan hipoglucemias graves repetidas en el tiempo, hay que saber que pueden afectar al desarrollo de las neuronas, ya que les falta energía. Por eso, nuestra pediatra se muestra contundente al afirmar que “no podemos permitir que no se controlen”. Para evitarlas, hay que ser muy estricto con la prevención, pinchando la insulina de forma adecuada, contando bien las raciones de hidratos de carbono que se toman en cada comida y aportando suplementos y más controles en caso de actividad física.

Pautas claves para un buen control glucémico en niños diabéticos

A la hora de vigilar el control glucémico en niños con diabetes, “las recomendaciones varían en función de los grupos de edad, donde se debe ser más estrictos en los adolescentes y tener criterios más laxos, permitiendo valores más altos a los niños pequeños que no son capaces de identificar las hipoglucemias”, señala la jefa del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises, la Dra. Inés Cuesta, quien añade que en el tramo del escolar, de 6 a 12 años, los valores recomendados de glucemia son entre 90 y 180 mg/dL antes de las comidas y entre 100 y 180 mg/dL como máximo a las 2 horas de haber comido.

Para tener un buen control, se cuenta con las glucemias digitales, utilizando el glucómetro convencional, aunque ahora también son de gran ayuda los monitores continuos de glucosa que nos dan información en tiempo real del estado glucémico del niño.

Deporte

Nuestra pediatra recomienda a los niños de su consulta que en la comida anterior al ejercicio se pinchen menos insulina de la habitual, que se hagan un control a mitad de un partido o entrenamiento o si se sienten mal, y que siempre lleven consigo en el bolsillo algún hidrato de carbono de absorción rápida. También en las horas posteriores al deporte hay que estar más atento, ya que el ejercicio aumenta la sensibilidad a la insulina y hay más riesgo de hipoglucemias.

En el control glucémico, la mayoría de los niños que son ayudados por sus padres cumplen bien el tratamiento, “aunque la verdad es que hay de todo, desde pacientes que rozan la perfección hasta algunos que necesitan mucho más apoyo y comprensión”, detalla la Dra. Inés Costa.

Para que los niños con diabetes sean conscientes de la importancia de tener la glucosa en rango, se empelan todo tipo de canales de información. Nuestra especialista comenta que cada vez es más consciente de que Internet y las nuevas tecnologías tienen un papel fundamental, ya que los niños, nos guste o no, viven inmersos en ese mundo, y probablemente a través de estos métodos obtengamos mejores resultados que con los métodos convencionales.

También destaca el papel que tienen las asociaciones de pacientes para dar información sobre la enfermedad. Son muy importantes para que los niños se puedan relacionar entre ellos: hacen encuentros, disfrutan mucho y aprenden a través de las charlas divulgativas. De hecho, nuestra pediatra recomienda la Asociación Valenciana de Diabetes.