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Tatuajes en verano: ninguno es 100 % seguro

Los tatuajes en la piel siempre suponen un riesgo para la salud y, de hecho, ninguno es 100 % seguro, según explica el Dr. Eduardo Bernia, dermatólogo del Hospital de Manises, “ya que puede aparecer alguna complicación en el proceso de la curación”.

Si bien no está contraindicado hacerse tatuajes en verano, nuestro especialista no lo recomienda debido a que puede alterar el proceso de curación habitual. “Los tatuajes en verano, como en cualquier otra época del año, generan una inflamación que hay que tratar. Si se toma el sol, que es frecuente en verano, se puede desarrollar una hiperpigmentación: la zona afectada se pigmenta más de lo habitual por lo que pueden aparecer manchas. Además, tampoco es bueno exponer la herida a patógenos, como los que pueden estar presentes en las piscinas. Con el calor y las altas temperaturas, y también por comodidad, el verano no es la mejor época del año para hacerse un tatuaje”.

Además, es importante saber que las complicaciones y molestias se pueden dar incluso cuando la técnica de tatuaje es la correcta y se emplea un material aséptico, ya que por el propio proceso de curación del tatuaje en verano, puede surgir algún problema dependiendo del lugar donde se realice.

Por otro lado, el Dr. Eduardo Bernia también destaca que, al realizar un tatuaje en la piel se pueden transmitir papilomas, verrugas… Y si la persona que se lo va a hacer tiene cierta predisposición para desarrollar alguna enfermedad inflamatoria de la piel, se podría ver agravada por el tatuaje. Por todo esto, hay que tener presente que “ningún tatuaje es por 100 seguro”, afirma el Dr. Eduardo Bernia.

Cuánto tarda en curarse un tatuaje en verano

Cuánto tarda en curarse un tatuaje en verano o cómo cuidar un tatuaje recién hecho en verano son dos de las cuestiones más repetidas cuando llega la época estival. 

Pues bien, teniendo siempre como base que no es recomendable hacerse un tatuaje en verano, lo cierto es que su tiempo de curación puede variar dependiendo de varios factores, como el tamaño y la ubicación del mismo, así como la calidad del cuidado posterior que se le dé; un factor que en verano está expuesto a un gran número de complicaciones. 

No obstante, en general, se estima que un tatuaje en verano puede tardar alrededor de 2 a 4 semanas en curarse por completo. Sin embargo, como hemos comentado, existen algunos factores que pueden afectar a la curación del tatuaje en verano, como son el calor y la prolongada exposición al sol. 

En cualquiera de los casos, siempre es recomendable seguir los consejos y pautas de cuidados de tatuaje posteriores proporcionadas por el tatuador, ya que ellos pueden ofrecerte las mejores recomendaciones para cuidar el tatuaje en verano.

Consejos para hacerse un tatuaje

Aunque nuestro dermatólogo especialista no aconseje la práctica de los tatuajes en verano, desde el servicio de Dermatología de Hospital de Manises queremos acercaros algunas recomendaciones básicas a tener en cuenta antes de hacerse un tatuaje:  

  • Seleccionar bien el estudio de tatuaje donde se va a realizar para que cumpla con las condiciones adecuadas. 
  • Evitar hacerse un tatuaje en caso de que haya alguna patología de la piel que pudiera agravarse.
  • No es aconsejable que un niño se tatúe; aunque no está contraindicado, no se recomienda hacerlo hasta adquirir la madurez adecuada.
  • Hay que tener en cuenta la zona del cuerpo en la que se va a hacer el tatuaje, ya que si se hace donde la capa de la piel es más gruesa, como las palmas de los pies y de las manos, se necesitan agujas más largas. También hay que tener cuidado con las zonas con pliegues, en las que la piel es más fina y difícil de curar. Es decir, hay que prestar especial atención a las zonas en las que el proceso de cicatrización del tatuaje puede ser más largo. 

El Dr. Eduardo Bernia también advierte de que hay que tener especial precaución en el caso de sufrir patologías cutáneas como psoriasis o enfermedades inflamatorias o autoinflamatorias en las que se puede reproducir lo que se conoce como el fenómeno de Koebner. Esto hace que se reproduzcan las lesiones en las zonas donde hay una agresión física. Así, “si uno tiene psoriasis o liquen plano o vitíligo y somete a la piel a una agresión, podría reproducirse dicha lesión en la zona tatuada. Por ello, se deberían evitar los tatuajes en periodos de actividad de la enfermedad”.

Consejos tras hacerse un tatuaje en verano

Una vez realizado el tatuaje, el Dr. Eduardo Bernia ofrece una serie de consejos para evitar sorpresas, sobre todo en los meses estivales: 

¿Es posible contraer enfermedades por tatuajes?

Como hemos comentado antes, a la hora de hacerse un tatuaje en verano, o en cualquier otra época del año, hay enfermedades que se pueden transmitir directamente, como las verrugas, los papilomas o infecciones más raras. 

Por otro lado, respecto a las enfermedades por tatuajes, también se pueden dar una serie de reacciones inflamatorias o autoinflamatorias frente a materiales y agentes exógenos, como las partículas de la tinta con la que se hacen los tatuajes. 

Estas reacciones inflamatorias son idiosincrásicas, es decir, que no dependen muchas veces de factores externos sino de factores internos. Por eso, pueden aparecer años después de realizarse el tatuaje. Por ejemplo, hay reacciones a las partículas que dan el color rojo a la tinta que elevan el riesgo de granulomas y sarcoidosis cutáneas, aunque esta última es más frecuente en personas de piel negra.

Cómo saber si un tatuaje está infectado

Un tatuaje infectado es una complicación que puede ocurrir después de hacerse un tatuaje en verano o en cualquier otro momento del año. Por eso, es muy importante saber reconocer los signos de una posible infección que indiquen la necesidad de consultar con un especialista

Entre los síntomas que pueden ayudarnos a detectar si un tatuaje está infectado podemos diferenciar: 

  • Aparición de costras de color amarillento por una sobreinfección bacteriana debido a una cura inadecuada. 
  • Verrugas sobre la zona tatuada.
  • Abultamientos.
  • Supuración. 

Ante cualquier sospecha de tener un tatuaje infectado, lo más recomendable es acudir a un dermatólogo experto para estudiar el caso y pautar un tratamiento dermatológico acorde a las necesidades. 

Tatuaje infectado: Tratamiento

Como comentábamos, el tratamiento de las complicaciones asociadas a los tatuajes con una curación anormal se ajustará a la reacción adversa en concreto. Si se trata de un tatuaje infectado, se requerirá el uso de antibióticos tópicos y orales, según la gravedad; si es una reacción inflamatoria o un granuloma, se tratarán con corticoides o fármacos inmunomoduladores. 

En cualquiera de los casos, es crucial evitar la automedicación o el uso de remedios caseros sin la recomendación de un profesional médico. Por eso, no intentes reventar o drenar la infección por ti mismo, ya que esto puede empeorar la situación y aumentar el riesgo de complicaciones.

Recuerda que prevenir una infección en los tatuajes es fundamental. Para ello, sigue las instrucciones de cuidado posterior proporcionadas por tu tatuador y mantén una buena higiene personal durante el proceso de curación para reducir el riesgo de infección.

Picadura de medusa: Qué hacer, síntomas y tratamiento

La época estival, marcada por aguas cálidas y días soleados, implica una mayor presencia de medusas en nuestras costas. En los últimos años ha aumentado la presencia de estos organismos marinos debido a cambios en las corrientes marinas y a otros factores medioambientales. 

Esta situación exige una mayor atención y preparación por parte de los veraneantes, así como de las autoridades. En este sentido, desde el servicio de Dermatología y Venereología del Hospital de Manises hacen hincapié en la importancia de conocer cómo afectan las picaduras de las medusas y garantizar la seguridad y bienestar de los bañistas que disfrutan de las costas mediterráneas. 

Picadura de medusa: Síntomas claves

Las picaduras de las medusas están caracterizadas por dolor, picor intenso y enrojecimiento e inflamación de la zona afectada. Además, la distribución del veneno por el organismo, tras la picadura, puede conducir a una sensación de opresión torácica, calambres musculares e, incluso, dificultad respiratoria. 

El departamento de salud de Manises, asegura que “a menudo, la persona afectada sufre angustia, agitación, pérdida de apetito, conjuntivitis y dolor de cabeza”. Sin embargo, estos síntomas ceden pocas horas después de la picadura.

La realidad es que los síntomas clave de una picadura de medusa pueden variar dependiendo de la especie de medusa y la sensibilidad individual de la persona afectada. Sin embargo, los síntomas más comunes de una picadura de medusa incluyen: 

  • Dolor agudo o punzante en la zona afectada.
  • Ardor o escozor en la piel, acompañando al dolor. 
  • Enrojecimiento y erupción cutánea. En algunos casos, también puede aparecer una erupción cutánea con picor. 
  • Hinchazón del área. 
  • Ronchas o habones que pueden ser elevadas, rojizas y con picor. 
  • Líneas o marcas en la piel características del patrón de los tentáculos de la medusa.
  • Sensación de calor en la zona de la medusa. 

Es importante tener en cuenta que las picaduras de medusa pueden variar en gravedad, desde leves irritaciones hasta reacciones más severas que requieren atención médica. Si la picadura de medusa causa síntomas graves como dificultad para respirar, náuseas, vómitos o mareos, se debe buscar atención médica de inmediato.

Picaduras de medusas: Qué hacer 

Si has sufrido una picadura de medusa, desde el Hospital de Manises te acercamos algunas medidas que puedes tener en cuenta para tratarla. 

En primer lugar, es fundamental salir del agua de inmediato para evitar un mayor número de picaduras. Acto seguido, es importante lavar la zona afectada con agua salada para ayudar a eliminar los restos de tentáculos de la medusa que puedan quedar en la piel. En ningún caso emplees agua dulce, ya que puede activar los nematocistos restantes y empeorar la picadura. 

Si hay tentáculos visibles en la piel, puedes intentar retirarlos con pinzas o utilizando algún objeto rígido, como una tarjeta de crédito. Asegúrate de protegerte las manos con guantes o envolviendo un paño alrededor de tus dedos para evitar más contacto directo con los tentáculos.

En algunas áreas costeras, se recomienda aplicar vinagre diluido en agua sobre la zona afectada. Esto se debe a que el vinagre puede ayudar a neutralizar los nematocistos que aún están activos. Sin embargo, no todos los tipos de medusas responden al vinagre, por lo que es importante consultar con el puesto sanitario instalado en la zona de playa para que nos puedan facilitar las recomendaciones adecuadas. 

Nuestros dermatólogos nos explican que “aplicar frío en la herida durante 15 minutos ayuda a rebajar el dolor”. En cualquiera de los casos, aplicar compresas frías o hielo envuelto en un paño sobre la picadura aliviará el dolor, reducirá la hinchazón y disminuirá la liberación de toxinas. Si es necesario, también puedes tomar analgésicos con el fin de aliviar el dolor

No obstante, si la picadura es grave, si experimentas una reacción alérgica o si los síntomas empeoran, busca atención médica de inmediato. En casos más graves, es posible que se necesite administrar un antídoto específico o recibir otros tratamientos médicos. 

Recuerda que las medidas de tratamiento pueden variar según la especie de medusa y la gravedad de la picadura, por lo que es recomendable que busques asistencia médica si tienes dudas o si los síntomas son preocupantes. 

Picadura de medusa: Tratamiento 

Como acabamos de comentar, el tratamiento de una picadura de medusa puede variar dependiendo de la gravedad de la reacción y la especie de medusa involucrada. Sin embargo, hay algunas medidas generales que se pueden seguir: 

  • Enjuagar con agua salada
  • Aplicar vinagre o una solución de bicarbonato de sodio
  • Aplicar compresas frías 
  • Analgésicos y antihistamínicos
  • Crema o gel de corticoides 

Es importante buscar atención médica en caso de picaduras graves, si se presentan síntomas sistémicos como dificultad para respirar, náuseas, vómitos, mareos o si los síntomas empeoran. Cada caso debe ser evaluado individualmente, y el médico determinará el tratamiento adecuado según la situación.

Síntomas del herpes zóster interno, ¿cómo identificarlos?

En el ámbito de las enfermedades virales, existe una curiosa creencia ha perdurado por décadas: la noción de que el virus responsable de la varicela y del herpes zóster son entidades distintas. 

Sin embargo, el virus de la varicela y el virus del herpes de zóster son el mismo virus. 

La varicela es la manifestación de la primoinfección, de cuando entra el virus en el organismo, y el herpes zóster es la reactivación de este virus cuando ya está en el interior de nuestro organismo, según explica la Dra. Mercedes Salvador,  especialista del área de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital de Manises.

Desde el Hospital de Manises, te contamos toda la información que necesitas conocer acerca de este virus y como poder detectarlo. ¡Sigue leyendo!

Signos característicos del herpes zóster

Cuando una persona ha tenido la varicela o se ha puesto la vacuna de la varicela, que es una vacuna de virus vivos atenuados, el virus se queda acantonado en los nervios. 

Este virus es un virus oportunista, es decir, que aprovecha una bajada de defensas del individuo para reactivarse y es entonces cuando se manifiesta el herpes de zóster.

Los signos del herpes de zóster aparecen a lo largo del recorrido de un nervio y solo en una parte del cuerpo, nunca pasa de la línea media.  El herpes zóster se manifiesta en forma de vesículas que son similares a las que aparecen cuando se tiene la varicela.  

No obstante, los primeros signos de una erupción de herpes zóster son sensaciones inusuales en el área afectada, que incluyen entumecimiento, ardor, hormigueo, sensibilidad al tacto o dolor. 

Ante estos síntomas, la especialista del Hospital de Manises recomienda acudir al médico lo antes posible, ya que cuanto antes se instaure el tratamiento, menos complicaciones habrá. 

No obstante, recuerda que es difícil identificar el herpes zóster antes de la aparición de las vesículas. 

Es importante saber que el herpes zóster puede aparecer a cualquier edad, pero una vez cumplidos los 50 años aumenta mucho la incidencia en la población general y se incrementa con la edad.

Las personas con un sistema inmunitario alterado también tienen más probabilidades de tener herpes zóster, ya que la incidencia aumenta por la situación de su sistema inmune, independientemente de su edad.

Diagnóstico y tratamiento del herpes zóster

El herpes zóster se suele detectar mediante la identificación de los síntomas y viendo las vesículas. 

En cuanto al tratamiento del herpes zóster, la Dra. Mercedes Salvador señala que se administran distintos antivirales, entre los que se encuentra el aciclovir, el famciclovir o el valaciclovir. 

En algunos casos, también se administra brivudina, que es un antiviral más dirigido contra este tipo de herpes. 

Se debe tener cuidado en el uso de este medicamento, ya que no se puede administrar junto con algunos tratamientos como, por ejemplo, los antineoplásicos, por lo que su utilización no siempre es posible.

El tratamiento debe seguirse durante varios días cuando aparece el herpes zóster, hasta que las vesículas se van secando. 

No obstante, medicamentos como el aciclovir se toman de forma preventiva en pacientes con alto grado de inmunosupresión para evitar su aparición o en el caso de que aparezcan complicaciones.

Dolor asociado al herpes zóster

Si hay dolor de intensidad ligera o moderada, se puede administrar paracetamol, metamizol o AINES asociados al tramadol si fuera necesario. 

En el caso de dolor moderado o grave, puede ser necesario el uso de opioides potentes (tapendol, oxicodona, morfina…)

Una de las complicaciones que puede aparecer tras padecer el herpes de zóster es la neuralgia posthepética, en la que el dolor asociado con el herpes no desaparece cuando este se cura y persiste en el tiempo. 

En estos casos, el tratamiento suele ser el del dolor grave y en ocasiones los pacientes necesitan ser tratados en una unidad de dolor. 

Según la especialista del Hospital de Manises, no es raro que el herpes zóster reaparezca, sobre todo mientras haya una situación de inmunodeficiencia en el paciente.

La vacuna de la varicela no sirve para prevenir este tipo de herpes, ya que solo evita que pasemos la varicela o que si la pasamos sea de manera muy leve.

Al ser una vacuna viva, introduce el virus en nuestro organismo y ese virus es el que en momentos de inmunodepresión se puede reactivar.

En Hospital de Manises, te contamos todas las novedades acerca de esta patología cada vez más común y sobre mucho más. Entra en nuestro blog y ¡no te pierdas nada!

 

Cómo actuar ante las manifestaciones cutáneas de la COVID-19

Entre las muchas manifestaciones de la COVID-19 se encuentran las de la piel. Son lesiones que aparecen en las personas que son positivas al virus y que desarrollan la enfermedad. Tal y como destaca la Dra. María Luisa García-Melgares Linares, del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises, el espectro de las manifestaciones cutáneas asociadas a la infección por COVID-19 es heterogéneo y complejo.

También hay que tener en cuenta que se desconoce la incidencia real de las manifestaciones cutáneas de la COVID-19 debido al elevado porcentaje de pacientes asintomáticos o poco sintomáticos en los que la sospecha del diagnóstico se realiza a través de una llamada telefónica del paciente a su médico de atención primaria, sin visita presencial que permita al médico realizar un examen visual de la piel.

A esto hay que sumar el hecho de que para los dermatólogos es muy complicado realizar la inspección visual de los pacientes ingresados por COVID-19 debido a las medidas rigurosas de aislamiento que requiere esta pandemia.

Dicho esto, se han definido cinco grupos principales de manifestaciones cutáneas asociadas a la COVID-19, de las cuales, las más frecuentes son:

  • Los exantemas, también denominadas erupciones maculopapulares.
  • Las lesiones perniosiformes acrales, que son similares a los sabañones de los dedos de los pies, y con menor frecuencia, de las manos.

Todas estas lesiones cutáneas asociadas a la COVID-19 son fáciles de detectar por otros especialistas, y en caso de duda, siempre pueden consultar con el dermatólogo.

¿Cómo se lleva a cabo el diagnóstico?

El diagnóstico de lesiones cutáneas asociadas al COVID-19 se realiza mediante una inspección visual de la piel del paciente. Si se sospecha que las lesiones cutáneas pueden estar relacionadas con la COVID-19, hay que realizar una prueba microbiológica y/o serológica (PCR y/o anticuerpos específicos para la COVID-19) para confirmar la infección.

¿En qué se diferencian de las lesiones no COVID-19?

Realmente no hay signos específicos que permitan diferenciar, a simple vista, si unas lesiones cutáneas en un paciente concreto se deben a la COVID-19 o a otra enfermedad que puede cursar con manifestaciones similares.

La sospecha diagnóstica se basará siempre en la conjunción de las lesiones dermatológicas, el resto de síntomas y signos propios de la COVID-19, como fiebre, tos, dolor de garganta, resultados analíticos…, y el contexto epidemiológico en el que se encuentre el paciente.

¿Cómo es la evolución de las manifestaciones cutáneas de la COVID-19?

Algunas manifestaciones, como las lesiones perniosiformes, suelen ser de inicio tardío en el contexto de la enfermedad, se suelen evidenciar más en adolescentes o adultos jóvenes y parecen asociarse a una enfermedad más leve.

Sin embargo, otras lesiones, como los exantemas maculopapulares o las erupciones urticariales o vesiculares, son de inicio precoz y aparecen acompañando a los síntomas respiratorios o sistémicos, se dan con mayor frecuencia en adultos de mediana edad y suelen relacionarse a casos más graves de infección por COVID-19.

Nuestra dermatóloga comenta que la duración de las lesiones cutáneas asociadas a la COVID-19 variará entre los cinco y los veinte días, dependiendo del tipo de manifestación dermatológica y el estado del paciente.

Hay que tener en cuenta que, tras haberse infectado, un paciente puede tardar bastante tiempo en dar negativo en el resultado de la prueba PCR. Sin embargo, las manifestaciones cutáneas suelen desaparecer antes de que eso ocurra.

Las lesiones cutáneas asociadas a la COVID-19 no suelen dejar ninguna secuela cuando desaparecen, salvo quizás en el caso de lesiones isquémicas y necróticas, que se producen con mucha menor frecuencia y suelen darse en pacientes con formas graves de la infección por COVID-19.

Tratamiento

El tratamiento de las manifestaciones cutáneas por COVID-19 es heterogéneo, pues va a depender del tipo de lesiones que presente el paciente así como de su historia clínica; es decir, si hay otros síntomas, antecedentes médicos, medicaciones que está tomando, etc… De hecho, la Dra. María Luisa García-Melgares Linares recuerda que el tratamiento puede variar desde simplemente mantener una conducta de vigilancia evolutiva, hasta corticoides tópicos u orales, antihistamínicos, antibióticos tópicos o medidas de soporte vital y anticoagulación en los casos más graves.

Prevención

Una de las cosas que hay que tener claras a la hora de hablar de la lesiones en la piel que se asocian al coronarvirus es que no todos los pacientes infectados por la COVID-19 desarrollarán lesiones cutáneas. Pero una vez infectados, no hay medidas que permitan evitar su aparición, si es que han de desarrollarse.

Por eso, la única prevención es no contagiarse del virus y reforzar las medidas de higiene propuestas por las autoridades sanitarias, centradas sobre todo en una buena higiene de manos, mantener la distancia entre personas y llevar mascarilla, sin olvidar la ventilación periódica de las habitaciones.

Así, nuestra dermatóloga insiste en que lo único que puede hacer cada individuo es cumplir con las medidas higiénico-sanitarias recomendadas para evitar, en la medida de lo posible, desarrollar la COVID-19.

Cómo evitar la aparición de sabañones por el frío en los pies y en las manos

Los sabañones son unas lesiones que aparecen en la piel inducidas por el frío. Los sabañones por el frío también se denominan perniosis, pero no son las únicas lesiones que produce el frío en nuestra piel. A consecuencia de las bajas temperaturas, “puede aparecer acrocianosis, el fenómeno de Raynaud, la paniculitis por frío o los síndromes de oclusión vascular inducidos por frío”, explica el Dr. José Manuel Rueda, del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises.

¿Qué son los sabañones?

Los sabañones se producen como consecuencia de una inflamación de los pequeños vasos que riegan los dedos de los pies y de las manos. Dicha inflamación produce dolor, picor, enrojecimiento de la piel e, incluso, ampollas. Para tu tranquilidad, debes saber que los sabañones por el frío no suelen causar lesiones permanentes, pero sí conviene tratarlos para evitar complicaciones. Al estar relacionados con el invierno, una vez pasados los meses más fríos del año podemos decir adiós a los sabañones en las manos y en los pies.

En ocasiones, si se tienen los pies o las manos frías, para entrar en calor se ponen en contacto directo con una fuente de calor. Pero esto solo empeora las cosas y favorece la aparición de sabañones tanto en las manos como en los pies, ya que los pequeños vasos que riegan los dedos se ven sometidos a una vasoconstricción que produce dolor, picor, enrojecimiento y, sobre todo, molestias.

¿Cuál es la causa de los sabañones por el frío en manos y pies?

sabañones frío

La causa de los sabañones por el frío en las manos y en los pies es la exposición de estas dos zonas a temperaturas frías y a climas húmedos. Según comenta nuestro dermatólogo, su mecanismo de producción aún no está del todo claro, pero se cree que la causa de los sabañones se debe a una reacción anormal de los vasos sanguíneos ante la exposición al frío, en la cual se produce una contracción de los mismos que impide la correcta llegada de oxígeno a la piel y desencadena una respuesta inflamatoria.

Factores de riesgo

Existen algunos factores de riesgo que favorecen la aparición de sabañones. Entre estos factores destacan:

  •   Ser mujer.
  •   Tener bajo peso.
  •   Edad. Parece ser que hay factores hormonales que favorecen su aparición.
  •   Tener problemas de circulación. Las personas con problemas de circulación suelen tener mayor sensibilidad a los cambios de temperatura, por lo que son más propensas a desarrollar sabañones.
  •   Problemas de articulaciones. Las personas con artritis o con vasculitis tienen más riesgo de tener sabañones cuando se exponen a temperaturas frías.
  •   Fenómeno de Raynaud. Los vasos sanguíneos de los dedos de las manos y de los pies de las personas con la enfermedad de Raynaud se estrechan al someterse a temperaturas frías. Esta situación favorece también la aparición de sabañones.

¿Cómo prevenir los sabañones?

La principal forma de prevenir los sabañones por el frío es evitar la exposición a bajas temperaturas o a cambios bruscos de temperatura. Por eso, es recomendable evitar estar en ambientes fríos y húmedos durante períodos prolongados de tiempo. Esto se puede conseguir manteniendo los pies calientes con el uso de calcetines y calzado adecuado. Para prevenir los sabañones de las manos se recomienda usar guantes para mantener, en la medida de lo posible, las manos a una temperatura adecuada.

sabañones frío

El Dr. José Manuel Rueda recomienda a los pacientes fumadores que padecen sabañones que dejen de fumar, pues el tabaco tiene un efecto perjudicial en la enfermedad vascular y dificulta la curación de las heridas

¿Cómo curar los sabañones?

La principal medida para el tratamiento de los sabañones por el frío es el uso de ropa, guantes y calzado adecuado para evitar, en la medida de lo posible, la exposición al frío. Si con estas medidas no es suficiente y aun así aparecen, se puede optar por tratamientos que se reservan para los pacientes que no mejoran lo suficiente con estas medidas. Entre los tratamientos más empleados se encuentran los corticoides tópicos y el nifedipino oral, un fármaco vasodilatador que puede ayudar a la resolución de las lesiones.

Una vez que han aparecido los sabañones por el frío, puedes aliviar los síntomas siguiendo algunas recomendaciones:

  •   Calienta los pies y las manos progresivamente.
  •   Si tienes que estar en lugares muy fríos durante cierto tiempo, prepárate para hacerle frente.
  •   Mantén la piel hidratada.
  •   No expongas las zonas afectadas directamente a una fuente de calor, como un radiador, chimenea, calefactor o brasero.
  •   Mantén la piel de los dedos de los pies y de las manos bien limpia. De esta forma, evitarás la presencia de infecciones.
  •   Evita rascarte la zona afectada.
  • Deja de fumar.

Es importante destacar que ante los primeros signos de aparición de los sabañones por el frío, se debe acudir al médico para que los pueda diagnosticar. Es muy importante no rascarse, ya que se pueden producir heridas e infectarse. Por lo tanto, según recomiendan los especialistas, la mejor manera de evitar la aparición de sabañones es protegerse bien frente al frío y evitar los cambios bruscos de temperatura.

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Dermatitis por ácaros, ¿cómo diferenciarla?

La mayor parte de los ácaros pasan desapercibidos al ojo humano, son tan pequeños que no somos capaces de verlos. Por ejemplo, los ácaros del polvo suelen medir entre 0,2 y 0,5 milímetros, haciendo imposible apreciarlos a simple vista.   

La dermatitis por ácaros puede causar lesiones cutáneas de diversa índole que varían en función del agente causante, es decir, del ácaro que las produzca. Según explica el Dr. Luis Hueso Gabriel, especialista del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises, las dermatitis por ácaros pueden presentar diferentes formas clínicas que van desde pequeñas lesiones aisladas a las agrupadas en diferente número. Se producen por la reacción directa al ácaro y, en otras ocasiones, se desarrollan lesiones extensas debido al rascado y a la hipersensibilidad del paciente.

dermatitis por ácaros

Causantes de la dermatitis por ácaros

Los ácaros son un conjunto muy numeroso de pequeños arácnidos de los que se han descrito miles de tipos. Los más comunes causantes de dermatitis por ácaros son:

  • Sarcoptes escabiei o arador de la sarna. Este ácaro mide unos 0,4 milímetros, por lo que es difícil verlo a simple vista. Tiene el cuerpo redondo, del que salen 8 patas que le ayudan a entrar dentro de la piel. Produce una reacción acompañada de grandes picores, lo que hace que sea difícil no rascarse. 
  • Pediculus capitis o piojo de la cabeza. Quizás sean los más conocidos por los más pequeños y sus familias. Suelen traer de “cabeza” todos los años a muchos padres al inicio del curso escolar o en los campamentos de verano. Los piojos se extienden por toda la cabeza con gran rapidez y se quedan también en los peines, almohadas, gorros… Por eso, es de suma importancia que una vez detectados no se comparta ningún elemento donde puedan anidar. Hay que extremar las precauciones para que no pasen de una cabeza a otra. Aunque no es fácil. Los más pequeños al jugar se ponen en contacto directo permitiendo que los piojos salten de una cabeza a otra sin problema. 

dermatitis por ácaros

Los piojos sí que se pueden ver en la cabeza a simple vista, puesto que mide entre 1 y 2 milímetros, son planos y alargados. A la hora de “revisar” las cabezas con piojos, no se puede dejar a un lado las liendres, sus crías. Para sobrevivir, las hembras chupan la sangre en el cuero cabelludo y dejan allí sus liendres, que necesitan calor y humedad para sobrevivir.

  • Pthirus pubis o ladillas. Son un tipo de piojos que anidan en el pubis. Se transmiten principalmente por contacto sexual y producen irritación y picor en esta zona. Estos ácaros miden entre 0,8 y 1,2 milímetros y sus patas delanteras les sirven para moverse. Viven unos 15 días y en ese tiempo las hembras pueden poner hasta 25 huevos. Las ladillas producen picor en la zona del pubis y en los genitales, y, en algunas ocasiones, rojeces en el folículo del pelo. Todo eso produce una molesta situación que hace, prácticamente inevitable, que la persona que tiene ladillas se rasque. 

Nuestro dermatólogo recuerda que la mayor parte de los ácaros conocidos son inofensivos para el ser humano. Sin embargo, algunos, como los que hemos comentado, son causa común de dermatitis por ácaros

En líneas generales, lo que permite diferenciar la dermatitis por ácaros de otro tipo de dermatitis son las lesiones específicas que causa el ácaro en la piel, como los surcos y los nódulos de la sarna.

Cómo se diagnostica la dermatitis por ácaros

La primera señal de alarma de dermatitis por ácaros es la persistencia y aumento de lesiones cutáneas no justificables por otras patologías dermatológicas. Como indica nuestro especialista, habitualmente son muy pruriginosas, con mayor prurito por la noche, y lo obligan a rascarse. 

Por eso, hay que tener mucho cuidado, ya que el rascado puede provocar mayor inflamación de las lesiones y sobreinfección bacteriana, lo que hace que empeore la situación. Es posible que alguna bacteria aproveche el estado de debilidad en esa zona de la piel y campe a sus anchas. Produciendo una infección cutánea que puede llegar a tener consecuencias desagradables. 

Tratamiento para la dermatitis por ácaros

Para tratar la dermatitis por ácaros, en la mayoría de las ocasiones hay que recurrir a un insecticida para erradicarlos, como la permetrina, que se puede administrar en forma de loción o crema. Si las lesiones han producido inflamación e infección, hay que recurrir a antiinflamatorios y antibióticos para resolver el problema. 

Los ácaros pueden ser erradicados con el tratamiento oportuno en una semana, pero las lesiones y los picores ocasionados pueden permanecer durante semanas. Hay que tener en cuenta que si no se erradica correctamente el ácaro que produce la dermatitis en todos los convivientes cercanos, es muy común que se produzca una recaída. Por eso, para su prevención, nuestro dermatólogo ofrece una serie de recomendaciones, entre las que se encuentran: 

  • Desinfección de los utensilios de higiene personal
  • Lavado de prendas, ropa de cama y toallas
  • No compartir toallas, almohadas, peines, gorras
  • Limpiar bien cortinas, alfombras y moquetas.
  • Extremar la higiene corporal.​

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La hidratación es clave para cuidar la piel tras el verano

Durante los meses de verano, nuestra piel ha estado expuesta a una mayor cantidad de agentes externos, lo que puede hacer que no esté en las condiciones óptimas de hidratación.

Según el Dr. Alberto Alfaro, jefe del Servicio de Dermatología de nuestro hospital, una vez que entramos en el otoño hay que hidratarla frecuentemente con emolientes. Eso sí, no hay que esperar a que pase el verano para hacerlo, nuestro especialista recomienda llevar a cabo esta acción durante todo el año.

Cuidados de la piel en verano

Como es evidente, los cuidados de la piel en verano son especialmente importantes debido a que la exposición al sol, el calor y otros factores ambientales pueden dañarla y aumentar el riesgo de problemas cutáneos.

Algunos de los consejos que nos acercan los dermatólogo expertos para garantizar los cuidados de la piel en verano son:

  • Utilizar de manera continuada protección solar.
  • Evitar la exposición al sol intenso, sobre todo durante las horas centrales del día.
  • Utilizar ropa adecuada para las altas temperaturas.
  • Mantener una constante hidratación de la piel.
  • Llevar a cabo rutinas de limpieza y exfoliación.
  • Aplicar los cuidados en la piel correspondientes después de tomar el sol.

Porque la mejor fórmula para hidratar la piel es no deshidratarla. Las principales causas de deshidratación de la piel, en condiciones normales, suelen ser el contacto mantenido con el agua, con agua muy clorada o con mucha cal. Por estas dos razones, los baños en piscinas deshidratan mucho nuestra piel.

Una pregunta que nos podemos hacer es: ¿cada cuánto tiempo se renuevan las células de la piel? Según explica el Dr. Alfaro, las células de la piel están en continua renovación. Las células mayoritarias de la epidermis, que es la capa más superficial de la piel, se renuevan cada 28 días, que es lo que tarda desde su diferenciación en la capa basal hasta que se desprende en forma de descamación en la capa cornea.

¿Cómo hidratar la piel seca de la cara?

Hidratar la piel seca de la cara es fundamental para mantenerla suave, flexible y prevenir problemas cutáneos asociados con la sequedad.

Para hidratar la piel seca de la cara es recomendable llevar a cabo una limpieza suave de la misma, aplicar tónicos hidratantes, aceites naturales, mascarillas hidratantes, aplicar siempre protección solar, beber suficiente agua y evitar productos irritantes como fragancias o ingredientes sintéticos agresivos.

Manchas blancas en la piel en verano

Uno de los problemas cutáneos que algunas personas pueden experimentar durante los meses más cálidos son la aparición de manchas blancas en la piel. Estas manchas, que pueden variar en tamaño y forma, pueden surgir en diversas partes del cuerpo y pueden tener diferentes causas.

Desde afecciones fúngicas hasta problemas de pigmentación, existe una variedad de factores que pueden contribuir a este fenómeno, siendo las más frecuentes:

  1. Pitiriasis versicolor: Una infección fúngica causada por el hongo Malassezia. Las manchas son pequeñas, escamosas y pueden variar de color, desde blanco hasta marrón claro. Suelen agravarse después de la exposición al sol debido a la alteración en la producción de melanina.
  2. Quemaduras solares: La exposición excesiva al sol puede causar quemaduras solares, que resultan en enrojecimiento y descamación de la piel. Con el tiempo, pueden desarrollarse manchas blancas como resultado de la despigmentación de la piel.
  3. Vitiligo: Es una condición autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las células productoras de melanina, provocando la aparición de manchas blancas en la piel.
  4. Hipomelanosis guttata idiopática: Pequeñas manchas blancas que aparecen en áreas expuestas al sol, como brazos y piernas, probablemente relacionadas con la exposición prolongada al sol en personas de piel clara.

Para proteger la piel en verano y prevenir la aparición de manchas blancas, es fundamental usar protector solar, evitar la exposición al sol durante las horas más intensas y consultar a un dermatólogo ante cualquier preocupación o cambio en la piel. Un diagnóstico preciso permitirá recibir el tratamiento adecuado y mantener una piel sana y protegida durante la temporada estival.

Picor de piel en verano

Por otro lado, el picor de piel en verano es un problema común que muchas personas experimentan debido a diversos factores relacionados con las altas temperaturas y la exposición al sol. Algunas de las causas más frecuentes de picor en la piel durante el verano incluyen:

Para aliviar el picor de la piel en verano, es recomendable seguir algunos consejos como una abundante hidratación, utilizar protección solar, optar por ropa fresca y ligera, duchas frías para eliminar restos de cloro de la piel y, sobre todo, evitar rascarse, ya que, aunque resulte tentador, puede empeorar la irritación y dañar la piel.

Peeling facial y corporal

En opinión del especialista, no es necesario eliminar las células de la piel con un peeling, “aunque es cierto que son herramientas útiles para conseguir eliminar manchas en la piel o para dar un aspecto más luminoso al facilitar de forma sincrónica la eliminación de las células ya queratinizadas y dispuestas a eliminarse de una forma desorganizada”.

Los peelings son productos de naturaleza química que deshacen la queratina. Existen diferentes tipos de peelings según su naturaleza y su capacidad de penetración en la piel. También se pueden clasificar en función de los compuestos que utilizan para eliminar las células cutáneas.

Pero ahora que se ha terminado el verano no podemos descuidar nuestra piel, ya que el sol también está presente en los meses de invierno. En determinadas latitudes, el sol en el invierno es igual que en verano, y determinadas actividades de invierno pueden implicar incluso mayor exposición solar que en verano, por ejemplo, los deportes practicados en la nieve.

Por eso, el consejo de nuestro especialista es cuidar la piel en invierno al igual que en verano con un factor de protección adecuado a las actividades que se vayan a practicar al aire libre y repetir la aplicación cuando sea necesario.

Pautas básicas para proteger a tu hijo del sol

Proteger del sol a los más pequeños es importante y necesario. El Dr. Alberto Alfaro, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises, ofrece las pautas necesarias para llevar a cabo la protección solar de forma correcta y recuerda que en el caso de los niños, cuando son muy pequeños, son sus padres los que tienen que responsabilizarse de su fotoprotección y de fomentar estos hábitos saludables con su propio ejemplo.

Los padres o las personas que están a su cuidado deben estar muy atentos, ya no solo a la exposición directa, sino también a la que se refleja en superficies como la arena de la playa o la hierba, y no dar por hecho que estar en una sombra, como la de una sombrilla o un árbol, es suficiente.

En este sentido, las pautas de fotoprotección, señala nuestro dermatólogo, serían las mismas que para un adulto pero teniendo en cuenta que la exposición solar en los 2 y 3 primeros años de vida debe ser muy controlada.

Por eso, los filtros solares se tienen que utilizar de la misma manera que se usan en los adultos; es decir, aplicándolos generosamente por la superficie a proteger y repetir su aplicación cada 2 horas aproximadamente.

El Dr. Alfaro también comenta que los filtros que se suelen recomendar en la infancia son las barreras físicas, ya que no suponen un riesgo de provocar alergias. Las prendas de vestir o las medidas físicas, como gorros, camisetas especiales etc…, son una buena herramienta para proteger a los niños del sol. Una cosa de la que no nos podemos olvidar es de que tengan una adecuada hidratación.

 

Cuidado con la cara y la espalda

Al hablar de las zonas del cuerpo que se pueden quemar con más facilidad, porque nos olvidamos de poner la protección solar necesaria, el especialista destaca que, por frecuencia y por más facilidad a la exposición, las zonas más propensas a la quemadura solar en los niños son la cara y a espalda.

Para evitar esto hay que repetir periódicamente la aplicación de la protección. “En los niños mayores de 6 meses, los fotoprotectores que se usen deben tener un FPS mayor o igual que 25, proteger frente a las radiaciones UVA y UVB, ser lo más resistentes posible al agua, al sudor y al frotamiento, y deben tener texturas lo más hidratantes y cosméticas posibles”, detalla nuestro dermatólogo, quien añade que “hay que aplicarlos generosamente de 15 a 30 minutos antes de la exposición solar y  reaplicarlos en las zonas fotoexpuestas de 15 a 30 minutos después de comenzada la exposición solar y posteriormente cada 2 horas o tras el baño”.

El sol mejora la psoriasis, pero hay que protegerse

Tomar el sol es bueno para las personas que tienen psoriasis. Tal y como explica el Dr. Alberto Alfaro, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises, explica que la psoriasis, “la radiación ultravioleta tiene un efecto inmunosupresor que consideramos nocivo pero que en algunas patologías donde hay un estado inmunitario hiperactivado, como ocurre en la psoriasis, tiene un efecto beneficioso

A la hora de tomar el sol, nuestro dermatólogo aconseja exponer las placas de psoriasis al sol sin crema durante 1 o 2 horas, entre las 9 y las 11 de la mañana y entre las 4 y las 6 de la tarde, y evitar el sol en las horas centrales del día.

Para el resto de la piel sin lesiones, hay que usar fotoprotectores para así evitar el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel. También se pueden utilizar barreras físicas como gorros, ropa de manga larga y pantalones.

Según el Dr. Alfaro, lo que sí que hay que hacer es evitar las quemaduras de sol, “ya que pueden empeorar la psoriasis y además se asocian a un mayor riesgo de cáncer de piel”.

 

Hidratación

Una vez terminada la jornada al aire libre, se recomienda aplicar cremas hidratantes y emolientes para cuidar la piel después de la exposición solar. Esta hidratación también se debe aplicar después del baño en el mar, que no se recomienda que sea superior a 20 minutos.

También hay que tener en cuenta, tal y como comenta nuestro dermatólogo, que los pacientes con psoriasis tienen una piel sensible, por lo que las aguas cloradas de las piscinas pueden ser muy irritantes. Es importante, “para no privarnos de dicho placer, hacer baños cortos y ducharse después del baño para eliminar el cloro de la piel. Posteriormente es necesario hidratarse”.

No ocurre lo mismo si nos bañamos en la playa, ya que el agua del mar suele aliviar la psoriasis. Los baños de al menos 20 minutos descaman un poco las lesiones, sobre todo cuando se combina con la exposición moderada al sol. “Después del baño en el mar no debemos olvidar tampoco la importancia de hidratar la piel”, recuerda el Dr. Alberto Alfaro.

Con respecto al cuero cabelludo, nuestro dermatólogo comenta que en algunos casos la descamación excesiva que la propia enfermedad puede ocasionar la aparición de capas o verdaderos caparazones. “Es recomendable la eliminación de estas capas de descamación ayudados con el peine u otro utensilio para facilitar el acceso del tratamiento a las lesiones o de la propia exposición solar. En términos generales, se recomiendan jabones suaves para el lavado y esto se puede hacer a diario”.

Cómo protegerse del sol sin empeorar el acné

Que los adolescentes se protejan del sol no es un asunto fácil. El acné, las ganas de “estar moreno” y tener buen color hacen que se salten las reglas básicas de una buena fotoprotección.

El problema principal de la mayoría de los fotoprotectores es que su vehículo es excesivamente graso u oclusivo. Esto se debe a la necesidad de formular los filtros en un vehículo que permita su estabilidad en el tiempo y su función. No obstante, “se han conseguido fotoprotectores pensados para minimizar la oclusión y la textura demasiado pringosa. Muchos de estos fotoprotectores llevan las letras AKN para diferenciarse en una línea especializada el acné”, comenta el jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises, el Dr. Alberto Alfaro.

Hay que tener en cuenta que en el tratamiento del acné existen muchos medicamentos o principios activos que pueden generan problemas si se combinan con el sol. Por eso, los dermatólogos aconsejan no usar muchos de estos productos o usarlos con algunas precauciones. “En cualquier caso, para prevenir algunos de los potenciales problemas relacionados con el sol, el uso de un fotoprotector podría minimizar este riesgo”, explica nuestro especialista.

 

Exposición controlada

En este sentido, hay que recordar que muchos adolescentes prescinden de los protectores solares porque creen que el sol “secará” sus granos. El Dr. Alfaro indica que en cierto modo el sol mejora el acné, no porque “seque” los granos sino porque ejerce un mecanismo inmunosupresor en la superficie cutánea que hace mejorar los procesos inflamatorios.

Sin embargo, esto ocurre en los primeros 10-15 minutos de exposición. No es necesaria una de exposición más larga para obtener esa mejoría. Y, por el contrario, el hecho de que ocurra una quemadura solar podría acabar provocando reagudización de los brotes de acné o empeorarlos.

Aunque actualmente no están de moda los potenciadores del bronceado que se pusieron de moda en los años 80, “sí que hay que saber que lo único que podían facilitar era la quemadura solar y el envejecimiento prematuro de nuestra piel”, explica el jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Manises. Hoy en día, “podemos llamar ‘potenciadores’ a los carotenoides, que son sustancias que se encuentran en la mayoría de las frutas y verduras que tomamos en nuestra dieta habitual. Esto en mayor concentración es lo que se está comercializando en forma de cápsulas de diferentes marcas y que ayuda a obtener un color parecido al bronceado, pero no es un verdadero potenciador del bronceado”, explica nuestro dermatólogo.

Este proceso tiene lugar porque los carotenoides son un pigmento que, por otra parte, ayuda también a protegernos de la radiación ultravioleta.

Con respecto a los autobronceadores, nuestro especialista comenta que son tintes que se aplican en las capas superficiales de la epidermis y que no ejercen ninguna función ni protectora ni potenciadora: solo aportan color.